En mayo de 1979, Aerocóndor anunció que junto con Avianca pediría al Gobierno un aumento de tarifas, ya que la operación no era rentable. Superada una nueva crisis financiera y administrativa, Jaime Iguarán, como presidente de la junta directiva, sostuvo nuevas negociaciones con American Airlines para comprar cuatro aviones Boeing 720 ó 707. También se habló de volver a traer el Airbus A300. La Aeronáutica Civil le aprobó nuevas rutas a Panamá, Maracaibo y Montreal. Se propuso reponer el servicio con Electras a Pereira, aumentar las frecuencias a Barranquilla y abrir nuevos servicios a Santa Marta, Riohacha y Sincelejo. Entre tanto, se inauguraron los servicios a Cúcuta y un vuelo directo entre Cartagena y Miami. Para finales del año, Aerocóndor había recuperado el liderazgo en el transporte de carga tanto nacional como internacional. Se calculaba que se transportaba el 80% de las flores a los mercados estadounidenses por la vía de Miami.
Las nuevas negociaciones con American Airlines para la adquisición de nuevos equipos no progresaron. La situación financiera de Aerocóndor no mejoró durante 1979; en cambio, empeoró notoriamente. Además, los primeros signos de malos manejos fueron detectados en ese mismo año, durante una visita a las oficinas en Barranquilla que hicieron los funcionarios de la Superintendencia de Sociedades, los cuales encontraron múltiples irregularidades en el sistema contable y las cuentas bancarias, carencia de inventario y anomalías en el manejo del capital. También se descubrió que la compañía llevaba en Colombia una contabilidad que no incluía deudas contraídas en su base de Miami. A finales del tal año, a medida que se agravaba la situación financiera, el mantenimiento en algunos aviones empezó a decaer por falta de repuestos, ya que se dejó de pagar a los proveedores en los Estados Unidos; éstos, en consecuencia, retenían los recambios. De tal suerte se llegó al punto de tener que intercambiar distintas piezas entre los aviones para poder operar. Así mismo, en esos meses uno de los Boeings 707, el HK-1942, finalizó su vida útil en San Andrés por la rotura de la viga central, por lo cual fue trasladado a Barranquilla, donde fue retirado de servicio.
A comienzos de 1980, los trabajadores de Aerocóndor veían que el fin se acercaba; sin embargo, algunos tenían la esperanza de que la compañía se salvara. Gran parte del personal de logística comercial y de atención al cliente que trabajó con la aerolínea durante muchos años fue removido para vincular personas de la Guajira sin experiencia, lo cual generó graves falencias en estas áreas. El deterioro financiero de Aerocóndor tocó fondo en abril de 1980, cuando se cumplieron seis meses de reportar perdidas.
Inmediatamente se citó a una asamblea extraordinaria de accionistas, la cual se llevaría a cabo el 22 de mayo en Barranquilla. Días antes, los empleados de Aerocóndor, ingenieros de vuelo y auxiliares y en especial los afiliados al sindicato de base, Sintracóndor, llevaron a cabo una marcha de protesta y solidaridad por las calles de la ciudad y le pedían al Gobierno la nacionalización de la compañía, como única fórmula para salvarla. Al mismo tiempo se anunció una reestructuración interna, en la que serían cambiados los vicepresidentes ejecutivo, comercial y financiero. En la esperada asamblea se nombró a Gustavo Cárdenas Giraldo como gerente liquidador de la compañía, y siguiendo las directrices de la Superintendencia, se propuso unir esfuerzos para trabajar conjuntamente con los acreedores y trabajadores para lograr un nivel de supervivencia de la empresa. Esta salida implicaba un saneamiento financiero eficiente. Se presentó entonces un ambicioso plan de reestructuración que consideraba el cambio total de la flota de aviones por cinco unidades Boeing 737, que operarían en las rutas nacionales, de suerte que se enviaron varios tripulantes a entrenamiento en simulador de vuelo para este tipo de avión. Conviene anotar que Avianca había operado dos unidades Boeing 737 en las rutas secundarias y había encontrado inadecuado el equipo para ciertos aeropuertos. Este plan nunca se llevó a cabo.
El gerente liquidador afirmaba que había gran interés del entonces Presidente de la República, Julio César Turbay, para sacar adelante la empresa. La Presidencia de Aerocóndor se trasladó a Bogotá, donde se debían llevar a cabo la gran mayoría de las negociaciones con los acreedores y sus representantes. Se impuso un plan de austeridad y mano dura al desorden financiero y administrativo que reinaba en la compañía. Inclusive un alto funcionario fue privado de la libertad al ser sindicado de malversación de fondos.
Foto: Archivo El Tiempo, cortesía de Camilo Luengas.
El liquidador dio a conocer un nuevo plan por cuyo medio desaparecería definitivamente la antigua Aerocóndor y bajo una nueva razón social que cubriera los activos comenzarían de nuevo las operaciones. La empresa suspendió la venta de pasajes, y aquellos pasajeros que tenían boletos vigentes fueron transportados por otras aerolíneas o recibieron los reembolsos correspondientes.
Se sigue insistiendo que el unico DC3 que tuvo la emoresa era matricula HK 500 lo cual es un error pues la matricula era HK 503.
Yo trabaje en esa epoca con Aérocondor en el aero puerto de Soledad como Despachador y eetuve la mañana que el avion decolo en sentido contrariio por orden de torre con destino Maicao cayendo a un lado de la pista al tratar de decolar donde se fué incendiandose.En un tractor fui el primero que llego al avión cuando la auxiliar Ortega abria la ouerta para la salida de los pasajeros que solo pasaron el susto.Marina Ortega tenia una cortadura en una pierna.
Los pilotos eran el Capitan Humberto Arango y el cCopiloto conocido como el mono cuyo nombre acabo de olvidar.
Todo el equipaje salio ileso y ante el clamor general salve la caja de los sanwiches.
Nadie como yo tuve una cercania con los aviones y ese dia lo despacho el viejo Espinoza tan recordado en la emoresa.
Ojala se corrija el error pues el HK500 volaba con Tao y en Áérocondor el HK 503..hasta su accidente
RECTIFICO
EL HK 500 volo con Lineas Aéreas La Urraca hasta 1975.
Que historia tan fascinante, yo esposa del piloto Walter Trujillo Villegas, fallecido en accidente aereo en Barrancabermeja el 19 de junio de 1959. El nombre del mono es William Molina que reside en Clermont, Florida.
Gracias por conservar nuestra historia de la Aviacion Colombiana!!!!!
Quisiera saber si tienen más información sobre el Capitan Humberto Zuluaga