En agosto de tal año el liquidador Gustavo Cárdenas renunció irrevocablemente, lo cual fue interpretado como el final definitivo de la compañía. Todos los vuelos fueron cancelados y la gerencia liquidadora intentó conseguir que se atendiera una solicitud de crédito de 50 millones de pesos para cancelar las deudas laborales de los 1300 empleados. Los bancos rechazaron el préstamo y los empleados (a algunos se les adeudaba hasta tres meses de salario, además de las prestaciones) se tomaron las oficinas de la compañía en todo el país.
Al conocerse la crisis irremediable de Aerocóndor, otras empresas del país, tales como Aerotal, Aces y Aerocesar emprendieron gestiones con el fin de adquirir nuevos aviones para suplir en buena parte la demanda. También solicitaron ante la Aeronáutica Civil operar las rutas nacionales e internacionales abandonadas por Aerocóndor.
Finalmente, el Senado de la República intervino para aclarar responsabilidades por la quiebra de la empresa. Entre tanto, miembros del sindicato se tomaban la Catedral Metropolitana de Barranquilla, y algunos integrantes llegaron al extremo de entrar en huelga de hambre para llamar la atención del Gobierno. Un nuevo liquidador —Bernardo Ángel Hurtado— fue nombrado con el fin de evaluar nuevas alternativas para revivir la compañía. Todas las propuestas fueron rechazadas y finalmente se liquidó la totalidad de los empleados.
En 1981, los directivos de Aerocóndor nombraron al ex alcalde de Bogotá Aníbal Fernández de Soto como asesor general y negociador entre el Gobierno y la compañía en un nuevo esfuerzo para revivirla. Una nueva propuesta incluía incorporar 800 de los antiguos funcionarios y la adquisición de aviones Boeing 727 arrendados a la Jet Service Charter International. Esta propuesta tampoco prosperó.
La última propuesta de los trabajadores fue pedirle al Gobierno que autorizara la operación de vuelos charters de carga, para generar ingresos y solucionar en parte las deudas laborales. Se tenía planeado empezar las operaciones con un solo avión, el carguero Boeing 707 HK-1818, inmovilizado en el aeropuerto Eldorado. El avión estaba operable y en alguna ocasión algunos tripulantes alcanzaron a prenderlo y carretearlo para hacerle pruebas; sin embargo, no pudo empezar a operar por falta de dinero para pagar los seguros y la negativa y falta de apoyo del Gobierno y la Aerocivil.
HK-1818 Boeing 707-123BF, inmovilizado en Eldorado, 1982. Foto: Colección de Camilo Luengas.
En 1982 la Superintendencia de Sociedades estableció que la deuda de Aerocóndor ascendía a 4.556 millones de pesos, de los cuales más de 500 millones corresponden a deudas con los trabajadores, 574 millones se le debían al Fondo de Promoción de Exportaciones (Proexpo), 53 millones al Departamento Administrativo de Aeronáutica Civil (Aerocivil) y 20 millones de aportes no pagados al Instituto de Seguros Sociales (ISS). También se debían más de 1.000 millones a los bancos Lyonnais de Francia y Dresdner Bank, de Alemania. El crédito con esos bancos correspondía a la adquisición en leasing del Airbus A300.
Tres años después de la finalización de operaciones, abandonada por los liquidadores en concordato y sin ninguna posibilidad de recuperación, Aerocóndor fue declarada en quiebra el 10 de diciembre de 1983 por un juez civil. Finalizó así la historia de una de las mejores compañías de aviación en Colombia, gracias a sus favorables tarifas su excelente servicio y su cumplimiento en los itinerarios.
Seis de los ocho aviones terminaron en las instalaciones de Aerocóndor en Barranquilla. Aquí aparecen el Lockheed Electra L-188C HK-1845, en primer plano; el Boeing 720-B HK-1974, a la izquierda; y el Boeing 707 HK-1802, al fondo. Permanecieron allí durante diez años y poco a poco fueron desvalijados, hasta cuando fueron desguazados totalmente. Foto: Cortesía de Jaime Escobar.
HK-1942, Boeing 707, desvalijado en Barranquilla, 1986. Foto: Cortesía de Jaime Escobar.
En 1986 aún se estaba tramitando el remate de dos aviones Electra totalmente desvalijados que se encontraban en los antiguos hangares de Aerocóndor en Barranquilla.
HK-774, Lockheed Electra L-188, totalmente desvalijado en Barranquilla, 1986. Foto: Cortesía de Jaime Escobar.
Hoy, 34 años después de la quiebra y cese de operaciones, se les debe a 1371 empleados de Aerocóndor las cesantías, vacaciones, prestaciones sociales, primas y las tres últimas quincenas. Las acreencias laborales ascienden a 24 mil millones de pesos. La de Aerocóndor ha sido una de las quiebras más largas en la historia de una compañía en Colombia, y todavía los ex trabajadores que están con vida y los familiares de los que ya fallecieron abrigan la esperanza de que se falle la liquidación. Este proceso todavía tiene vigencia jurídica y de él han estado a cargo por más de 25 años el juez primero civil del circuito de Barranquilla Luis Donado Orellana y la síndica Luz Marina Vargas de Agudelo, sin dar alguna solución.
Nota de Camilo Luengas (coautor):
Ésta es la nueva versión revisada y ampliada, en colaboración con Jaime Escobar Corradine, del artículo original publicado el 12 de febrero de 2006.
Mis más sinceros agradecimientos a todas las personas que colaboraron y por su valiosa información para realizar este recuento histórico.
Esta reseña es un homenaje y está dedicada a todos los trabajadores que pertenecieron a la gran familia de Aerocóndor a lo largo de sus 25 años de existencia: los que ya no están y los que aún nos acompañan. Gracias a ellos, Aerocóndor llegó a ser una de las mejores aerolíneas que han existido en Colombia.
Gonzalo Alberto Miramón Mseptiembre 15, 2020 Responder
Se sigue insistiendo que el unico DC3 que tuvo la emoresa era matricula HK 500 lo cual es un error pues la matricula era HK 503.
Yo trabaje en esa epoca con Aérocondor en el aero puerto de Soledad como Despachador y eetuve la mañana que el avion decolo en sentido contrariio por orden de torre con destino Maicao cayendo a un lado de la pista al tratar de decolar donde se fué incendiandose.En un tractor fui el primero que llego al avión cuando la auxiliar Ortega abria la ouerta para la salida de los pasajeros que solo pasaron el susto.Marina Ortega tenia una cortadura en una pierna.
Los pilotos eran el Capitan Humberto Arango y el cCopiloto conocido como el mono cuyo nombre acabo de olvidar.
Todo el equipaje salio ileso y ante el clamor general salve la caja de los sanwiches.
Nadie como yo tuve una cercania con los aviones y ese dia lo despacho el viejo Espinoza tan recordado en la emoresa.
Ojala se corrija el error pues el HK500 volaba con Tao y en Áérocondor el HK 503..hasta su accidente
Gonzalo Alberto Miramón Mseptiembre 15, 2020 Responder
RECTIFICO
EL HK 500 volo con Lineas Aéreas La Urraca hasta 1975.
Que historia tan fascinante, yo esposa del piloto Walter Trujillo Villegas, fallecido en accidente aereo en Barrancabermeja el 19 de junio de 1959. El nombre del mono es William Molina que reside en Clermont, Florida.
Gracias por conservar nuestra historia de la Aviacion Colombiana!!!!!
Se sigue insistiendo que el unico DC3 que tuvo la emoresa era matricula HK 500 lo cual es un error pues la matricula era HK 503.
Yo trabaje en esa epoca con Aérocondor en el aero puerto de Soledad como Despachador y eetuve la mañana que el avion decolo en sentido contrariio por orden de torre con destino Maicao cayendo a un lado de la pista al tratar de decolar donde se fué incendiandose.En un tractor fui el primero que llego al avión cuando la auxiliar Ortega abria la ouerta para la salida de los pasajeros que solo pasaron el susto.Marina Ortega tenia una cortadura en una pierna.
Los pilotos eran el Capitan Humberto Arango y el cCopiloto conocido como el mono cuyo nombre acabo de olvidar.
Todo el equipaje salio ileso y ante el clamor general salve la caja de los sanwiches.
Nadie como yo tuve una cercania con los aviones y ese dia lo despacho el viejo Espinoza tan recordado en la emoresa.
Ojala se corrija el error pues el HK500 volaba con Tao y en Áérocondor el HK 503..hasta su accidente
RECTIFICO
EL HK 500 volo con Lineas Aéreas La Urraca hasta 1975.
Que historia tan fascinante, yo esposa del piloto Walter Trujillo Villegas, fallecido en accidente aereo en Barrancabermeja el 19 de junio de 1959. El nombre del mono es William Molina que reside en Clermont, Florida.
Gracias por conservar nuestra historia de la Aviacion Colombiana!!!!!
Quisiera saber si tienen más información sobre el Capitan Humberto Zuluaga