Teniendo en cuenta los factores de crecimiento y la necesidad de suplir la demanda en el mercado nacional, la Junta Directiva decidió extender sus operaciones a todo el país y afrontar en competencia directa a Avianca, especialmente en la ruta troncal de Barranquilla a Bogota. Desde la base del aeropuerto de Madrid, Cundinamarca, se iniciaron también nuevos servicios a las capitales departamentales de Cali y Bucaramanga, al igual que ciudades intermedias como Cartago, Ayapel, Pato y Gamarra. Desde Cartago se ofrecía un servicio terrestre para llevar los pasajeros a Pereira, Armenia y Manizales. El 1º de noviembre de 1946 se inauguró el servicio desde Bogota a Cartagena, utilizando el aeropuerto de Crespo, donde operaba la TACA de Colombia. Además se aprovechó la época de las festividades novembrinas y el Reinado Nacional de la Belleza, para efectuar los famosos “vuelos reales” para transportar a las candidatas y sus comitivas, los cuales fueron cubiertos con gran despliegue por los principales medios de comunicación del país y en especial por los noticieros fílmicos producidos por los hermanos Acevedo Bernal. El 8 de diciembre de ese mismo año se inauguró el aeropuerto de Sogamoso y se establecieron vuelos regulares al departamento de Boyacá. Para finalizar el segundo año de operaciones de LANSA, se habían recibido no menos de 18 aviones DC-3 de pasajeros y carga y se habían establecido servicios a Neiva, Garzón, Popayán e Ipiales al sur del país. Se anunció también la inauguración de nuevos servicios a los Llanos Orientales, pero estos nunca llegaron a efectuarse.
La nueva línea aérea pronto se consolidó como la segunda en importancia en el país, y su futuro era promisorio. El servicio era de alto nivel, los itinerarios muy estrictos, y lo más importante, los pilotos, mecánicos y personal de tierra estaban altamente motivados por sus logros, al haber concebido una línea aérea 100 x 100 colombiana.
El 8 de febrero de 1947 se estableció el primer servicio internacional, para lo cual se llego a un acuerdo con la Línea Aeropostal Venezolana LAV para operar la ruta de Barranquilla a Maracaibo, conectando con LAV en el trayecto de Maracaibo a Caracas, donde el pasajero podía conectar con la red domestica e internacional de LAV. En marzo de 1947 se concluyen las obras de extensión y pavimentación de la pista en Barraquilla, y aeropuerto quedó dotado de una pista de 2000 metros y se convirtió en el principal centro de operaciones de LANSA. También se inauguró el nuevo aeropuerto de Lorica el 12 de abril de ese año. En Bogotá se optó en construir el Aeropuerto de Santa Cecilia, localizado al oriente de la actual ciudad universitaria y cerca al Estadio El Campin. Hasta entonces, LANSA había venido operando en el vetusto aeropuerto de Madrid ante la negativa de Avianca de autorizar las operaciones en el aeropuerto de Techo de su propiedad. De similar forma, hubo necesidad de construir un terminal propio en la ciudad de Manizales y se procedió a adquirir el predio que se convirtió en el aeropuerto de Santagueda.
El Tiempo, 1 de Marzo 1947 – Alianza con LAV para vuelos a Caracas
Para mediados de 1948 se iniciaron las negociaciones con la casa fabricante para adquirir tres unidades Martin 202 de 40 pasajeros, que estaban destinados para iniciar el proceso de renovación de flota y reemplazar los DC-3 por aviones más modernos. Sin embargo, esta negociación nunca se materializo, aunque ya se les había asignado matrícula colombiana C-300X, C-301X y C-302X. LANSA optó por continuar volando con los confiables DC-3, pero ahora ofreciendo servicio a bordo y contando con un equipo de elegantes enfermeras graduadas como Auxiliares de Vuelo. Las primeras cabineras fueron Aída Varona, Leonor Mesa, Elvira Garzón y Leonor Martínez.
La línea aérea necesitaba mejorar su imagen ante el público y mejorar su situación financiera. Se creó una guerra de precios en los pasajes aéreos que no tuvo control del Gobierno Nacional, lo que se describió como una competencia desleal por parte de Avianca. La Junta Directiva de LANSA decidió en ese entonces demandar a la autoridad aeronáutica y al gobierno con el propósito de conseguir una porción del lucrativo negocio del Correo Aéreo, asignado por el gobierno mediante un contrato de exclusividad con Avianca. El fallo de la demanda fue en contra de LANSA, pero el gobierno contestó con una reglamentación por decreto unificando las tarifas aéreas para todos los operadores en las distintas rutas, en el intento de acabar la guerra de tarifas. A manera de ejemplo, se establecieron tarifas de ida y vuelta de Bogota a Cali o Medellín en $ 45 pesos.
El Tiempo – Itinerarios y Tarifas Diciembre de 1947
