El 2 de septiembre de 1947 se constituyó la Sociedad Colombiana de Transportes Aéreos Ltda., SCOLTA, a la que sus creadores denominaron como la primera empresa especializada en transporte de carga únicamente.
Su Junta de Administración estaba compuesta por los señores Pedro Munevar, Jefe del Departamento Comercial, Luis E. Pérez, Jefe del Departamento Jurídico, el Capitán Nicolás Olano, Jefe de Operaciones Aéreas y Wilbur Bradley, Asesor Técnico. Los accionistas eran en su mayoría aviadores militares en retiro.
Las operaciones comerciales se inauguraron el 8 de octubre del mismo año y se anunciaron como “los vuelos diarios con itinerario fijo únicamente de carga”. La autoridad aeronáutica les extendió la autorización para operar adicionalmente a Medellín, Cartagena y Barranquilla.
Para 1948 la empresa había ampliado sus servicios para incluir las principales ciudades del país y se incluyeron destinos como Cali, Buenaventura y Sogamoso. Además se logró que se le adjudicara el permiso para operar vuelos especiales de carga a Miami. Igualmente abrieron una oficina en la ciudad de Nueva York para promocionar los servicios de carga, aeroexpresos y agenciamiento aduanero a Colombia y desde donde aspiraban a ampliar sus servicios regulares. Esta oficina estuvo a cargo del señor Antonio Mesa y estaba localizada en la concurrida Calle 42 en el corazón Manhattan.
Un grave accidente ocurrió cuando uno de los C-47 salió con destino a Caracas en vuelo especial. El avión llevaba, además de la tripulación, al gerente de la empresa don Hernando Navarro. Lo cierto es que el avión se perdió en la ruta y nunca llegó a su destino. Hasta la fecha de hoy, sus restos nunca fueron encontrados. En ese entonces no estaban establecidas las aerovías de navegación aérea y por lo tanto, no se tenía conocimiento de la ruta que pudo haber tomado el comandante de la nave. Esta fue una sensible pérdida para la naciente empresa y tuvo sus efectos en la moral de los empleados de la misma.
Estos tres accidentes consecutivos marcaron el final de la empresa, la cual optó por disolverse pocos meses después. El Capitán Olano falleció años mas tarde en otro accidente aéreo, cuando se encontraba prestando sus servicios a la empresa tolimense SAETA.
Así termina la corta historia de la primera empresa aérea especializada en carga fundada en el país.
Jaime Escobar Corradine