A pesar de la situación, durante las horas siguientes el ambiente permaneció en calma, sin embargo en medio de la oscuridad miembros del Ejército y de la Policía aprovecharon para ubicarse a distancia de disparo de la aeronave en lo que parecía ser una improvisada operación de rescate armado. En medio de las negociaciones un vehículo de la Cruz Roja llevó alimentos y bebidas para las personas a bordo, las luces del vehículo delataron ciertas sombras que correspondían a los miembros de las Fuerzas Armadas, por lo cual, una vez recibidos los elementos de avituallamiento y ante la inminencia de un ataque armado, a las 22:30 ordenan poner en marcha el aparato hacia la cabecera 19 sin comunicar la decisión a la torre de control y abandonar CLO lo mas rápido posible.
Una vez en posición, las Fuerzas Militares percatadas del encendido de motores, organizan una rápida acción: cuando el avión se ubica sobre la cabecera las luces de la pista son apagadas, el avión inicia súbitamente carrera de despegue y simultáneamente, a la altura de la calle de rodaje Delta son atravesados sobre la pista, al lado izquierdo, un camión Ford 600 y al lado derecho un campero Toyota, ambos del Ejército Nacional; en dichos vehículos habían llegado previamente las tropas que habían tomado posiciones frente al 727.
Sin luces de pista los pilotos no advierten la presencia de los automotores colisionando violentamente el camión contra el borde de ataque del ala izquierda y el campero contra el tren de aterrizaje trasero derecho. El piloto aborta el despegue y el avión queda inmovilizado entre las calles de rodaje Delta y Charlie, el impacto es de tal violencia que los 2 soldados que parquearon los vehículos alcanzan a recibir heridas por fragmentos calientes de la aeronave que salen despedidos. En el momento de confusión generado por el choque y el escape de combustible generado por el daño del ala, las tropas que estaban apostadas en su retirada disparan contra las llantas del avión, la rápida respuesta del servicio de bomberos aeronáuticos alcanza la aeronave en cuestión de segundos, rociando espuma sobre la misma y sobre la pista, evitando la posibilidad de que se inicie fuego. Ante la llegada del equipo de extinción de incendios las tropas se repliegan rápidamente hacia el terminal.