Por invitación de LATAM Airlines, vivimos la nueva forma de volar junto a la aerolínea en la ruta Bogotá – Bucaramanga.
Los tiempos han cambiado a causa del COVID-19, más aún en la industria de la aviación. Desde el primero de septiembre que se reactivó la operación nacional en el país, las aerolíneas en Colombia operan con una capacidad que no supera el 15%. Tuvimos la oportunidad de experimentar de primera mano la “nueva normalidad aérea”, la cual les contamos a continuación.
Nuestra cita en el aeropuerto, por recomendación de la aerolínea, fue a las 4:30 a. m. Antes de llegar, debimos diligenciar en la aplicación CoronApp el estado de salud y datos del vuelo. Igualmente, para facilitar el acceso, se creó un Dorado Pass en la aplicación móvil del Aeropuerto Internacional El Dorado, con el objetivo de facilitar el tránsito dentro de la terminal aérea.
Al ingresar al Aeropuerto, cada persona debe desinfectar sus manos en los diferentes puntos de gel antibacterial instalados. Al realizar este paso, se procede con el personal de OPAIN quienes verifican que la persona que ingresa sea la misma que va a viajar. Por último, en este primer filtro, personas encargadas realizan la toma de temperatura con termómetros digitales instalados en bases, para que el usuario solo tenga que pasar por el punto y su temperatura sea registrada.
Siguiendo el protocolo, quienes solo lleven equipaje de mano, nuestro caso para este vuelo, deben únicamente hacer el check-in mediante la aplicación de LATAM Airlines y así tener la tarjeta de embarque en el teléfono móvil. Gracias a la tecnología, los códigos QR pueden ser leídos desde el celular o, si se prefiere, se puede llevar impreso. Para aquellos viajeros que lleven equipaje para ser enviado por bodega, en el counter de la aerolínea encontrarán personal encargado quien prestará ayuda con el check-in. En este punto también se puede evidenciar el cumplimiento de todos los protocolos de bioseguridad, entre ellos la aplicación del distanciamiento, utilización de gafas protectoras, guantes quirúrgicos y, por supuesto, el tapabocas, que en territorio colombiano es de uso obligatorio dentro o fuera de una terminal aérea.
Antes de pasar al filtro de seguridad, el personal encargado de la zona guía a las personas para colocar en sus lectores los pases de abordar, con el objetivo de evitar estar en contacto con las demás personas presentes y así mantener un buen distanciamiento social. Al pasar el filtro, los viajeros ingresan a la sala de espera donde podrán hacer uso únicamente de las sillas habilitadas, con el objetivo de mantener el distanciamiento necesario.
El proceso de abordaje del avión se realiza en pequeños grupos, desde atrás hacia adelante, para evitar aglomeraciones dentro de los pasillos y así permitir un embarque rápido y seguro.
Una vez en el avión, los viajeros no pueden quitarse la mascarilla, a excepción de una emergencia en la que cayeran las máscaras de oxígeno. Igualmente, LATAM Airlines ha cancelado sus servicios a bordo con el objetivo de disminuir al máximo el contacto entre pasajeros y tripulación.
Una vez arribamos al Aeropuerto Internacional Palonegro, el proceso de salida de la aeronave se hace desde la primera fila hasta la última, conservando el orden. Al finalizar el vuelo, a cada pasajero se le suministró gel antibacterial como precaución de bioseguridad.
Al salir del avión, experimentamos los protocolos en este aeropuerto, tales como: toma de temperatura, filas organizadas, puntos con gel antibacterial y procedimientos ordenados para tomar el transporte público.
En conclusión, el transporte aéreo está más que preparado para realizar una operación de manera segura. Los protocolos de bioseguridad implementados en Colombia son incluso más estrictos que en otros aeropuertos internacionales del mundo, de esta manera protegen la salud de los viajeros, tripulaciones y todos los actores de la cadena de servicio.
Con la responsabilidad compartida y el cumplimiento de las recomendaciones, la industria podrá demostrar, una vez más gracias a su profesionalismo y resiliencia, que puede superar las crisis a las que se enfrenta y seguir siendo un importante motor de desarrollo económico y social en Colombia.
Agradecimientos especiales a LATAM Airlines por la invitación.
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