El Gobierno de Chile anuncia la disminución inmediata de las tasas de embarque para vuelos domésticos e internacionales a partir del mes de septiembre.
La decisión dada a conocer por el ministro de Economía, José Ramón Valente, y la subsecretaría de Turismo, Mónica Zalaquett, se enmarca en el objetivo de reducir la diferencia “anómala” –como las autoridades indican- entre la disminución de los pasajes aéreos y el impuesto al viaje representado por las tasas de embarque.
Como resultado de las eficiencias conseguidas por las líneas aéreas a través de sus nuevos modelos de negocio, los pasajeros transportados por avión han pasado de los 9 millones en 2007 a más de 22 millones en 2017 con una reducción del valor de los pasajes aéreos en 43,0%. Esta disminución contrasta con el aumento de 28,0% de las tasas de embarque en el mismo periodo, generando un impacto negativo en el valor final que los pasajeros pagan. Según el Ministerio de Economía, la tasa de embarque equivale a cerca del 32% del costo total del pasaje en vuelo nacional y en algunos casos superan el valor de la tarifa publicada por cada compañía.
“Esto es una situación anómala que como Gobierno queremos corregir”, dice el ministro Valente. “Queremos darle una buena noticia a la gente, queremos que los tiempos mejores se noten en el bolsillo de la gente y queremos hacerlo ahora. Esto no afecta a un grupo en particular, sino que beneficia a todos los chilenos ya sea para emprender o para viajar con la familia”.
De acuerdo a lo anunciado, la disminución de los derechos de embarque se realizará mediante de decreto lo que permitirá su implementación inmediata una vez publicado en el Diario Oficial. Considera reducciones graduales de hasta 40,0% en vuelos nacionales hacia 2020 y de hasta US$6 en los vuelos internacionales, comenzando en el mes de septiembre de este año.
En Chile, existen cinco tasas de embarque. En vuelos nacionales hay una para aeropuertos y aeródromos de 1era categoría, otra para los aeropuertos y aeródromos de 2da categoría y una tercera para rutas de menos de 270 kilómetros, cuyos valores por tramos son de $7.592, $5.788 y $2.999, respectivamente. Para vuelos internacionales, existe un cobro de US$30 para vuelos de más de 500 Km. y otro equivalente a los vuelos nacionales desde aeropuertos de 1era categoría, para tramos inferiores a esa distancia.
La medida a decretar por parte de la administración de Sebastián Piñera considera una reducción del 20,0% inmediato en las tasas de embarque domésticas a partir de septiembre (una vez publicado el decreto en el Diario Oficial), seguida de otra reducción de 10,0% en 2019 y otro 10,0% en 2020. Si bien la reducción total será de 40,0% a ese año, por efectos de la inflación la baja se materializará sólo en un 30,0%. En los vuelos internacionales, también se contemplan disminuciones graduales que permitirán bajar los cobros de los US$30 actuales a US$24 hacia 2020. En forma inmediata, en el mes de septiembre de este año, se reduce a US$26 para luego disminuir a US$25 en 2019 y US$24 en 2020.
“Son buenas noticias, de esas que los chilenos están buscando y que vamos a hacer capaces de implementar inmediatamente”, destaca el ministro, quien asegura que en el transcurso de los primeros día de septiembre se enviará el decreto para su aprobación por parte de Contraloría. “Tenemos la confianza que durante septiembre será una realidad”.
La subsecretaria de Turismo, Mónica Zalaquett, pone en relevancia la medida para la industria turística del país. “La rebaja de las tasas de embarque potenciará la actividad turística del país, principalmente al turismo interno ya que incentivará un descenso en la tarifa de los pasajes y podría favorecer el ingreso de nuevas líneas aéreas”, expresa.
Positivo punto de inflexión
Con la decisión de bajar las tasas de embarque, Chile marca un nuevo y positivo punto de inflexión en su historia aeronáutica y reconoce el valor del transporte aéreo como aliado para el desarrollo económico y social del país. La medida será favorable para incrementar la cantidad de pasajeros transportados, dinamizar los negocios que se realizan a través del viaje en avión, aumentar el turismo, mejorar la integración del territorio y la conectividad de Chile con el mundo.
Entre los beneficios más inmediatos que se esperan están un incremento del tráfico de pasajeros de pasajeros por la reducción de los precios finales de los boletos lo que hace más asequible el avión como medio de transporte, un mayor desarrollo de industrias asociadas, más gasto de los usuarios en los destinos por comercio, alojamiento, comidas, mayores posibilidades de negocios y más conectividad, al existir una mayor masa crítica de pasajeros que serían necesarios para aportar a la generación de mayores eficiencias a los distintos modelos de negocios. Al existir más pasajeros en el sistema, hay también un atractivo para que los actuales operadores incrementen sus servicios y otros nuevos puedan considerar a Chile como un mercado atender dependiendo de que tasas se ajustan.
A nivel general, la baja en las tasas de embarque significará una reducción de los precios finales de hasta 10,0% hacia 2020 y de 6,0% en forma inmediata. Si bien todas las rutas se verán favorecidas, el impacto más evidente se sentirá en los tramos de corta distancia y en vuelos desde regiones.
“El anuncio del Gobierno es una muy buena noticia que cristaliza un esfuerzo de años para proponer una baja de tasas y que beneficiará a todos los pasajeros”, comenta Gisela Escobar, vicepresidente de Asuntos Corporativos de LATAM Airlines. “La reducción de las tasas será especialmente notoria para los pasajeros que opten por tarifas rebajadas ya que verán una reducción aún mayor en el precio final de sus viajes”, agrega destacando también la disminución histórica de 46% que LATAM ha realizado en sus pasajes.
Por su parte, Holger Paulmann, CEO de SKY, comenta que “la iniciativa que ha anunciado el Gobierno es una gran noticia para todas las personas que hoy disponen de menos recursos y que aún no han podido volar en avión por el alto valor de las tasas de embarque”. Agrega que los resultados del debate han sido positivo y “tenían sentido” como parte de un esfuerzo colaborativo para masificar al avión como medio de transporte. “Valoramos enormemente el anuncio del Gobierno y la disposición de sus ministros, el que se suma al esfuerzo que estamos haciendo todos los actores de la industria por rebajar el valor de los pasajes y permitir que cada vez más personas puedan volar”.
“La reducción de las tasas de embarque es un elemento positivo para el desarrollo de esta nueva etapa de la aviación de Chile”, comenta Estuardo Ortiz, CEO de JetSMART, quien también destaca que esta reducción de tasas “tiene mayor coherencia con los precios de la nueva aviación” del país.
Otras compañías que operan en Chile valoran también la iniciativa gubernamental. American Airlines por ejemplo, aplaude al Ministerio de Economía, Fomento y Turismo por tomar este importante paso. “Creemos que esta reducción, en conjunto con un joint business entre American y LATAM totalmente aprobado, tendrán un impacto positivo en las industrias de aviación y turismo en Chile al igual que beneficiarán a nuestros pasajeros viajando desde el país”, dice Nate Gatten, vicepresidente sénior para Asuntos Gubernamentales de American.
Organizaciones aeronáuticas exponen también la satisfacción por la positiva medida a implementar. La Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA), que reúne a las aerolíneas chilenas y extranjeras que operan en el país, valora positivamente la medida, la que irá en directo beneficio de los pasajeros, de la conectividad al país, del turismo y la economía en general.
“El explosivo crecimiento del transporte aéreo en los últimos años se ha debido principalmente al esfuerzo por reducir los costos del transporte aéreo por parte de las compañías aéreas, incluyendo aquellas con modelo low cost, por lo que un esfuerzo adicional del Estado era esperado y necesario, y que se verá compensado con el consiguiente aumento en el número de pasajeros”, declaran.
Por su parte, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) celebra la medida por ser una gran noticia para los pasajeros de líneas aéreas y la economía chilena. “La aviación ya apoya con 190 mil empleos en Chile y contribuye $ 7.8 mil millones al PIB del país. Al reducir el costo de los pasajes, el Gobierno está haciendo posible que la aviación entregue aún mayores beneficios a la economía chilena. Alentamos al Gobierno a buscar más formas de ahorro, creando oportunidades adicionales para el crecimiento económico, impulsado por la conectividad de la aviación”, dice Peter Cerdá, vicepresidente Regional para las Américas de IATA.
Financiamiento y compromisos asegurados
El Gobierno considera que la medida tendrá un costo fiscal entre los US$30 millones y US$50 millones pero que serían compensados con la mayor cantidad de pasajeros que se agreguen al sistema y se recaude más por otras vías derivadas de los beneficios positivos que genera la aviación.
Si bien las tasas de embarque son cobradas por las líneas aéreas, los dineros obtenidos por este concepto van dirigidos a las arcas fiscales del Estado. En cierta manera, este ingreso es devuelto al sistema aeronáutico a través de las asignaciones que el Ministerio de Hacienda realiza a la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). Consultado por las aprensiones de gremios aeronáuticos respecto a posibles afecciones que traería la medida, el ministro Valente es enfático en señalar que los presupuestos no se verán afectados por lo que se podrá mantener las inversiones que se requieran con miras de garantizar la seguridad.
“La gente de la Dirección General de Aeronáutica tiene que estar segura que va tener sus recursos para funcionar y para crecer. Esperamos que aquí haya más pasajeros e infraestructura y también la DGAC va tener que reforzarse y crecer para ponerse a tono”, dice el ministro al destacar que el financiamiento viene del gobierno central.
Desde la Oficina de Productividad y Emprendimiento Nacional (OPEN) agregan también que ningún compromiso de Chile se verá afectado, al ser consultados por el cobro que se destina a combatir el hambre en África y a la promoción turística de US$2 cada uno en la tasa de embarque internacional instaurados bajo la administración de Ricardo Lagos.
La reducción de las tasas de embarque es una petición histórica de la industria aérea y también los pasajeros, quienes no han podido disfrutar plenamente de los beneficios de la reducción del valores de los tickets aéreos. Según las líneas aéreas, el cobro a valores actuales no se justificaba porque el fin para el cual fueron concebidas, es decir invertir y mejorar la infraestructura aeroportuaria, es asumida por los concesionarios de los aeropuertos. El alto de valor de los derechos de embarque se ha convertido en un tope para el desarrollo, porque no acompaña las eficiencias conseguidas con las bajas de los pasajes aéreos durante el último tiempo como resultado de mejoras en la gestión, implementación de nuevos modelos de negocios, adopción de mejores prácticas, introducción de la tecnología, entre otras iniciativas.
En los vuelos domésticos, Chile es el tercer país con las tasas más caras de la región sin incluir otros impuestos ajustados. El país con las tasas de embarque más caras es México con US$19,3 seguido de Ecuador con US$14,5. Las tasas de embarque generalmente se cobran dentro de la tarifa neta que paga el pasajero y en algunos casos, incluyen otros cargos como el combustible o impuestos extras como ocurre en otros países de la región como Argentina o Bolivia.
Artículo de Ricardo Delpiano – desdeSCL.com
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