¿Qué tan seguro es viajar en avión? Perder el miedo a volar

El Embraer Legacy 450 a profundidad
Unidad de Rescate Aéreo Relámpagos

Boeing 787 Aterrizando en Bogotá

¿Es seguro volar en avión? Principales factores que hacen segura la industria aérea

La industria aérea representa la punta de lanza del sistema global de transporte de pasajeros, movilizando anualmente más de 4.300 millones de personas en el mundo (último dato consolidado del 2018-2019 de acuerdo a información de OACI) y más de 58 millones de toneladas métricas de carga. El transporte aéreo, mediante su inmenso tejido logístico y operacional, desempeña un importante rol en el desarrollo de un mundo cada vez más globalizado y dinámico.

No es de extrañarse que la industria aeronáutica sea una de las más seguras y tecnológicas del mundo. Sin embargo, a su vez muchas personas se preguntan sobre su confiabilidad y sobre los temores que representa viajar en avión.

En esta entrega analizaremos algunos aspectos, desde un punto de vista práctico más que técnico, sobre por qué viajar en avión es seguro y por qué la aviación es uno de los medios más seguros de transporte en el mundo.

La Aviación: una de las industrias más avanzadas del mundo

Desde la materialización de su invención, gracias a la perseverancia e ingenio de los hermanos Wright, en Kitty Hawk, Carolina del Norte (Estados Unidos), el 17 de diciembre de 1903 a bordo del Flyer I, los aviones han sufrido una constante transformación, actualización y renovación tecnológica, de la mano de la industria militar y, después de la década de los 50, de la mano también de la industria aeroespacial. Esta transformación, en constante desarrollo durante más de 115 años, ha configurado en la aviación una de las industrias más avanzadas y seguras del mundo.

Esto se ha logrado gracias a que muchos avances de la industria militar y aeroespacial se han heredado a la aeronáutica. Lo anterior se traduce en equipos más seguros, confiables y con menor margen de fallo o error. También en una industria que recibe avances que ya han sido probados y que al implementarse presentan un proceso de desarrollo más maduro y confiable.

Airbus 380 de Asiana Airlines Despegando de Los Angeles - LAX

El Airbus 380, uno de los aviones en operación más avanzados tecnológicamente. Puede transportar más de 500 pasajeros y es una muestra de lo lejos que ha llegado la aviación comercial. Foto: Pablo Andrés Ortega.

Tecnologías como el “Fly by wire”, materiales compuestos, GPS (Sistemas de Posicionamiento Global), navegación de área o basada en el rendimiento (RNAV – RNP), entre otros, hacen parte de ese conjunto de avances.

Muy pocas industrias tienen un desarrollo e inversión tecnológica análogo al de la aviación, y eso hace que fabricantes y operadores de aeronaves mejoren el estado del arte de su infraestructura y equipos constantemente.

La Industria Aérea es muy regulada

La industria aérea es una de las más reguladas globalmente y los estándares y normas trascienden las fronteras nacionales. Es decir, la normatividad y seguridad aeronáutica se va moldeando y reforzando gracias a los aportes de todos los componentes de la industria global, no solo los de cada país. Por ejemplo, una nueva regulación en Estados Unidos o Europa puede llegar a trascender al resto de los países y ser de obligatorio cumplimiento para cualquier operador de aeronaves del mundo.

Organizaciones como OACI, IATA, EASA, FAA, NTSB, otras de orden mundial, y las encargadas en cada país de regular la industria, están constantemente generando recomendaciones para hacer de la aviación una industria más segura.

Existen diferentes comités encargados de analizar aspectos fundamentales y particulares de la operación aérea y generar recomendaciones para propender por vuelos más seguros.

Esto implica que la operación de aeronaves no solo está estrictamente vigilada por la aerolínea como tal, sino por los entes reguladores de cada país, de cada región y, en general, por todos los entes privados y gubernamentales encargados de velar por la seguridad aérea.

Motores de aviación: confiabiles y seguros

Motor Avión Boeing 777

Motor General Electric GE90 de un Boeing 777 – Foto: Javier Franco “Topper”

Los motores son, en términos prácticos, el corazón de los aviones. Por esta razón, están diseñados para ser muy confiables. No solo proveen el empuje necesario para generar la velocidad que produce la sustentación, sino que además alimentan eléctricamente todos los sistemas de la aeronave. Desde la pantalla de entretenimiento enfrente de tu silla, hasta los sistemas avanzados de navegación y comunicación que usa el avión. También generan potencia hidráulica, para mover las superficies de control, y el aire necesario para presurizar la cabina del avión, manteniéndola a una altitud relativa segura para los humanos. Entre otras funciones.

Esto hace que los fabricantes de motores inviertan grandes recursos en investigación y desarrollo de reactores (motores de turbina) cada vez más seguros y confiables. Y lo han logrado. La confiabilidad de un motor de aviación moderno es cercana al 100%. Adicionalmente, todos los aviones de pasajeros que cubren rutas domésticas o internacionales tienen al menos dos motores. Esto no solo los hace doblemente confiables (cualquier avión está certificado para volar de manera segura con un solo motor) sino que genera redundancia en todos sus sistemas.

Redundancia de Sistemas en Aeronaves Comerciales

Redundancia de Sistemas en Aeronaves

Vista del sistema de aire acondicionado en la cabina de pilotos de un Boeing 787.

La redundancia de sistemas es un gran aporte de la industria aeronáutica a la seguridad de los vuelos. Por ejemplo, un jet comercial de pasajeros que cubre rutas continentales puede tener hasta tres sistemas hidráulicos, tres sistemas de presurización, varios sistemas de navegación inercial o por GPS (o una mezcla de los dos), varias fuentes y formas de alimentación de combustible para sus motores, varios generadores eléctricos (hasta tres o cuatro) y, en general, una redundancia significativa en todos sus sistemas, siendo los más importantes y vitales los que más la emplean. Es como si el cuerpo humano tuviera varios cerebros, varios corazones, más de dos pulmones, etc. Cualquier sistema que falle y sea vital para la operación, tiene su respaldo o redundante. Si hablamos de aeronaves que se utilizan para cubrir rutas de largo alcance, por ejemplo transoceánicas o que cubran grandes extensiones de desierto, nieve o terrenos inhabitados, la redundancia es aún mayor.

A esto se suman las certificaciones ETOPS (Extended Operations) las cuales aseguran que el avión puede volar ciertas rutas sobre extensiones de tierra o agua considerables y que, en el caso de alguna falla de importancia, como la pérdida de un motor por ejemplo, el avión puede continuar su vuelo de manera segura hasta un aeropuerto de alternativa o a su destino, que puede estar a dos, tres o incluso más horas de vuelo.

Sensores

Los aviones incorporan cientos o miles de sensores a lo largo y ancho de su estructura y para diferentes tipos de sistemas y componentes. Esto permite a las tripulaciones, y personal de mantenimiento, detectar hasta la más mínima falla que pueda representar una condición no adecuada de vuelo y le permite a los pilotos tomar decisiones con la suficiente anticipación dependiendo del tipo de sistema o componente que esté próximo a fallar, o que haya fallado.

La posibilidad de tener información en tiempo real de todos los componentes y sistemas importantes de una aeronave permite, en términos generales, que las tripulaciones puedan reconfigurar sus aviones o prepararlos para un procedimiento especial, anormal o de emergencia, con información precisa sobre la falla y sobre las implicaciones que tiene en la operación de su avión, y con la suficiente antelación para permitir una maniobra más segura.

Sensores a bordo de Aiburs 350 XWB de Prueba

Estación de Ingeniería de vuelo a bordo de un avión Airbus 350XWB de prueba. Gracias a la cantidad de sensores y la interconexión de los sistemas, los ingenieros pueden monitorizar los parámetros de vuelo en tiempo real, durante la fase de pruebas y certificación del avión. Los pilotos tienen acceso en vuelo, en la cabina de mando, a interfaces más simples que la de la fotografía con la información relevante para su operación de vuelo. Foto: Pablo Andrés Ortega.

Por ejemplo, una fuga de aceite en un motor podría ser detectada a tiempo por parte de la tripulación y les permitiría tomar las acciones necesarias para evitar un problema mayor, como un sobrecalentamiento o incendio en vuelo.

Todo un equipo en tierra en torno a tu vuelo

Toda la operación aérea gira en torno a la seguridad de los vuelos. Desde el personal de aeropuertos y la verificación de tu equipaje, pasando por la operación en las rampas, la planificación y seguimiento del vuelo, hasta la tripulación que lo realiza y administra. Todos en función de realizar un vuelo seguro. Si revisas los valores empresariales o corporativos de todas y cada una de las aerolíneas del mundo, y sus políticas de calidad, te podrás dar cuenta de que el 100% tienen la seguridad como uno de sus principales pilares.

Hay una gran cantidad de personas que trabajan en equipo para asegurarse de que tu vuelo, sin importar si dura 30 minutos o 10 horas, se pueda realizar de manera segura y confiable.

¿Cómo se logra? En principio, con personal bien entrenado y calificado, pero también gracias a la implementación de programas de calidad, reducción del riesgo, monitorización y seguimiento de vuelos, manejo de recursos, entre otros.

Las aerolíneas invierten una gran cantidad de recursos en garantizar la seguridad de su operación.

Vuelo cuidadosamente planificado

La planificación de un vuelo es un proceso que involucra un equipo de personas y el análisis de diferentes factores que pueden afectar la operación. Dicho equipo, compuesto por despachadores, quienes trabajan en conjunto con la tripulación, meteorólogos, personal de seguridad, entre otros, tiene en cuenta factores como: el clima, no solo en el aeropuerto de origen y destino, sino también de los aeropuertos alternos de ruta o destino; meteorología en ruta; peso y balance del avión (de qué manera se distribuyen los pasajeros y la carga); aspectos técnicos de la aeronave y tipo de vuelo a realizar; estado de las radioayudas, comunicaciones, y cobertura de radar; factores logísticos y de seguridad; entre muchos otros que aseguran que cada vuelo se realice de la manera más eficiente y segura posible.

Para cada vuelo se debe cumplir con un mínimo de requisitos y margen de seguridad, que viabilice su confiabilidad, de lo contrario no se realiza.

Cada vez que te subes a un avión, se garantiza que el estado y condición técnica, mantenimiento, condición de la tripulación y demás factores de seguridad cumplen con un estricto protocolo que garantice la confiabilidad.

La turbulencia generalmente es una condición de vuelo normal y segura

Uno de los mayores temores de los viajeros es el de verse envueltos en una situación de turbulencia. Hay muchos mitos e información incorrecta al respecto, pero la verdad es que, en la mayoría de los casos la turbulencia en sí misma no representa un riesgo para la seguridad del vuelo. Ni siquiera cuando es severa.

Ala Boeing 787 Dreamliner

Los planos (alas) de los aviones están certificados para resistir hasta un 150% de la fuerza que encontrarían en vuelo; es decir, un avión está diseñado para resistir incluso una turbulencia severa, y con un buen margen. Las fuerzas necesarias para desintegrar un avión en vuelo son extremadamente severas y es muy poco probable que bajo las condiciones estándar de vuelo una tripulación dirija un avión a dicha situación.

El mal tiempo se puede evitar

Los aviones modernos (y los no tan modernos) cuentan con sistemas avanzados de radares meteorológicos que con gran anticipación le dan a la tripulación una visión de las condiciones que encontrarán más adelante, incluso de noche o en condiciones de cero visibilidad. Esto hace que las zonas con clima peligroso o que puede resultar incómodo para los pasajeros se puedan evitar con suficiente antelación y seguridad.

Cabina ATR 72 Instrumentos de Vuelo - Radar Meteorológico

Vista de instrumentos de vuelo con información del radar meteorológico del avión que permite a los pilotos evitar o mitigar el mal tiempo.

En algunos casos, y dependiendo de la fase de vuelo, cuando el mal tiempo está ubicado cerca de zonas montañosas, o en las trayectorias de aproximación o despegue, resulta más complejo poder evitarlo (por el hecho de que las desviaciones no pueden realizarse), sin embargo las tripulaciones tienen la potestad de descontinuar una aproximación o demorar un despegue si se considera que dichas condiciones podrían afectar la seguridad. Cuando una tripulación toma la decisión de continuar un vuelo es debido a que, de acuerdo a su criterio y a las normas establecidas, esto resulta lo suficientemente seguro.

En el caso de la turbulencia de aire claro (CATClear Air Turbulence), que no puede ser detectada por los sistemas del avión y podría pasar inadvertida para la tripulación, en raras ocasiones es lo suficientemente fuerte como para poner en riesgo la integridad estructural de tu aeronave y, estadísticamente, no es muy frecuente encontrarla.

En conclusión: si tu vuelo transita por una zona de turbulencia, conserva la calma y confía en que la tripulación sabe lo que hace. Si los pilotos decidieron atravesar esa zona de mal tiempo es porque se puede hacer de manera segura y no representa un riesgo para la integridad del avión. Además, en el histórico de accidentes de aviones comerciales, el número de fatalidades debido a la turbulencia es casi nulo.

Como recomendación: es importante recordar que mientras te encuentres en un avión en movimiento, es decir en fase de vuelo o desplazándose en tierra, debes tener siempre tu cinturón de seguridad abrochado y ajustado. Incluso en crucero y durante las fases en las que la señal de cinturones esté apagada, mientras te encuentres sentado siempre será ideal usar tu cinturón de seguridad. Esto debido a que el avión podría encontrar turbulencia de aire claro, la cual puede pasar inadvertida para la tripulación y podría generar movimientos bruscos. Sin embargo, si bien es cierto dicha turbulencia puede generar situaciones adversas, no representa en sí un riesgo elevado para la integridad de un avión y los casos que se presentan son pocos en comparación con la cantidad de vuelos que se realiza.

Los aviones están certificados para soportar fuerzas mucho más poderosas que las que encontrarían en vuelo

Los aviones y sus componentes deben llevar a cabo un complejo proceso de certificación que asegure su aeronavegabilidad y óptimas condiciones de vuelo y operación. Por ejemplo, los planos (alas) de tu aeronave están certificados para soportar hasta el 150% de cualquier fuerza demostrada que pudiera enfrentar tu avión en cualquier condición de vuelo. Esto de verdad que es una tranquilidad. Para ilustrar un ejemplo, puedes ver el video a continuación:

Los motores están certificados para seguir operando y entregando potencia muy por encima de los márgenes máximos de temperatura establecidos, e incluso cuando esas temperaturas de operación se exceden. También deben estar certificados para resistir la ingestión de objetos extraños, como pájaros de cierto tamaño, sin afectar su funcionamiento o con una pérdida mínima de potencia. En algunos casos, en los cuales el objeto es muy grande, deben resistir lo suficiente para fallar sin desintegrarse y sin afectar otros sistemas del avión. Recuerda que cualquier avión de dos motores está certificado para seguir operando de manera segura con un solo motor. Incluso en despegues y aterrizajes.

Estática en Windshield de Airbus A320 volando en mal tiempoLos aviones junto con su planta motriz están certificados para volar en condiciones meteorológicas adversas, es decir fuertes vientos, turbulencia (incluso severa), fuerte lluvia, condiciones de hielo, nieve, entre otros. Si tu aeronave está atravesando una zona de mal tiempo el hecho de que, por ejemplo, los motores ingesten agua no afecta su operación ni la seguridad de tu vuelo.

 

El mito de los aviones turbo-prop (aviones “pequeños”)

 

Aeronave Turbo Prop ATR-72 de Avianca

Aeronave Turbo-Prop ATR-72 de Avianca. Foto: Andrés Ramírez

Es común encontrar en vuelos regionales, o de corto radio, aeronaves turbo propulsadas que sirven dichas rutas. Estos son aviones más pequeños que los que cubren rutas más largas, generalmente para un número de pasajeros inferior a 70. Estas aeronaves más pequeñas resultan más eficientes e incluso más seguras para este tipo de vuelos, pues muchas de ellas operan en pistas cortas o menos preparadas que las de aeropuertos principales, para las cuales este tipo de aviones están mejor equipados y protegidos que un jet.

Dichas aeronaves cuentan con los mismos sistemas de detección de mal tiempo de aviones más grandes y también tienen sistemas avanzados de navegación, comunicaciones y el mismo concepto de redundancia de un avión jet. Además, en esencia, un motor turbo-prop es en sí una turbina, como la de un avión más grande, con algunas diferencias. Esto la hace igualmente confiable y segura.

Es verdad, en estos aviones más pequeños la turbulencia puede resultar más incómoda, básicamente por las velocidades y altitudes (inferiores) a las que vuelan, sin embargo aplica el mismo concepto que para un avión más grande: cuando la tripulación decide atravesar una zona de mal tiempo, es porque se considera segura.

Entrenamiento de personal aeronáutico – Licencias Técnicas

Piloto de Airbus en Cabina - Avion A350XWB - Bogotá

Cabina del Airbus 350XWB, uno de los aviones más modernos en operación. Foto: Pablo Andrés Ortega.

Toda persona relacionada con la operación o manipulación de una aeronave debe ejercer los privilegios de una licencia técnica, la cual es expedida por la autoridad aeronáutica de cada país. Esto implica que dicha persona debe haber realizado un curso teórico-práctico y demostrar la idoneidad para realizar su actividad. Adicionalmente, cada aerolínea se encarga de seleccionar de manera muy estricta su personal aéreo y entrenar a sus tripulaciones para que cumplan con los estrictos requerimientos que cada empresa exige.

El personal que trabaja en la industria aeronáutica, en especial los involucrados en el área de vuelo, mantenimiento y operaciones, está altamente entrenado, con estándares de exigencia y profesionalismo que la misma industria se encarga de ir adaptando. Esto hace que las personas a las que entregas tu vida en cada vuelo sean profesionales idóneos, responsables y muy bien entrenados para realizar su labor.

En el caso de los pilotos, deben cumplir no solo ciertos requisitos técnicos y de aptitud de vuelo, sino también un perfil profesional, médico y psicofísico especial para poder llevar a cabo su labor.

La formación de un Piloto Comercial implica un entrenamiento inicial de alrededor de 200 horas de vuelo como mínimo (dato para Colombia – para otros países podría variar), en una escuela de aviación, antes de obtener su licencia básica. Posteriormente, y luego de cumplir con una serie de exámenes, perfil y requisitos de cada aerolínea, ingresa al sistema de cada empresa para entrenarse para volar un avión en particular. Dicho entrenamiento incluye un curso intensivo de tierra de los sistemas y operación del avión, luego una fase de instrucción en dispositivo estático, posteriormente una fase de simulador de vuelo, el cual replica de manera exacta la cabina y sistemas del avión que operará, y finalmente una fase de entrenamiento en vuelo en la aeronave real que volará. Durante todo el proceso anterior se debe cumplir con chequeos o exámenes teórico-prácticos que certifican que el aspirante a piloto cumple con los requisitos para seguir adelante en su entrenamiento.

Lo anterior garantiza que, por joven que tu tripulación sea, ha debido cumplir con un estricto proceso que satisface los requerimientos y exigencias de la autoridad, la aerolínea y la industria, y que se encuentra en condiciones de operar de manera segura una aeronave. Estas condiciones mejoran con la experiencia y acumulación de horas de vuelo de cada piloto en particular.

Simulador de Vuelo - Avión Boeing 787 Dreamliner

Dependiendo de la empresa y tipo de operación, un piloto debe presentar cada año dos pruebas en simulador de vuelo para mantener vigente su entrenamiento y demostrar que tiene las habilidades y proficiencia necesarios para la operación de tu aeronave. Muy pocas profesiones u oficios en el mundo tienen un sistema de verificación y entrenamiento tan exigente, desarrollado y sofisticado como el de la aviación.

Lo anterior quiere decir que cada piloto volando un avión comercial ha debido demostrar, al menos 1 vez al año, que se encuentra en la capacidad técnica y psicofísica de volar un avión, y adicionalmente cuenta con una experiencia de al menos unas 300 horas de vuelo antes de ocupar el cargo de copiloto efectivo en un aeronave.

Así mismo, al menos 1 vez al año (o cada seis meses después de los 40 años de edad), los pilotos deben realizarse chequeos médicos para verificar que su salud se encuentra en buen estado para asumir el vuelo y que no padecen alguna condición riesgosa que podría afectar la seguridad.

Dependiendo de la empresa, en Colombia generalmente un comandante (la persona que lidera y tomas las decisiones) de avión de las principales aerolíneas comerciales tiene una experiencia de al menos 5 años y alrededor de 3.000 horas horas de vuelo, como mínimo. Para aeronaves más pequeñas, u aerolíneas regionales, la experiencia podría ser un poco inferior, sin embargo suficiente para el tipo de avión y operación.

Durante la experiencia adquirida en ese tiempo, y con el criterio que ha formado durante esos años, un comandante de avión tiene no solo el entrenamiento necesario, sino un criterio bastante bien formado para la toma de decisiones y el cumplimiento de la misión aeronáutica.

Adicionalmente, las aerolíneas procuran que sus tripulaciones no solo estén entrenadas técnicamente, sino también en otros aspectos importantes que complementan el desarrollo de un vuelo.

Por ejemplo, las principales aerolíneas del mundo tienen programas de CRM (Crew Resource Management), Administración de los Recursos de Cabina, en los que entrenan a sus pilotos y tripulaciones de vuelo, así como al personal de tierra y a todos los involucrados en la operación, para el adecuado manejo de los diferentes recursos que involucra la operación aérea y la resolución de los problemas o situaciones adversas a las que se pueden ver enfrentados.

El CRM ha ido migrando hacia un concepto más global, el cual se conoce como “Corporate Resource Management” (Administración de los Recursos Corporativos) y tiene como fin el de involucrar a todas las áreas de la compañía, no solo la de operaciones, en el entrenamiento y formación. Lo anterior puesto que las decisiones corporativas pueden llegar también a impactar la seguridad.

Estos programas entrenan al personal para mejorar el proceso de toma de decisiones, administrar los recursos, hacer frente a situaciones tensas, estresantes, anormales o de emergencia, resolver situaciones adversas, actuar en pro de la seguridad, trabajar en equipo, mejorar el liderazgo, entre otros.

Así mismo, la industria ha generado estándares y certificaciones que las aerolíneas deben cumplir para pertenecer a asociaciones como IATA (International Air Transport Association – Asociación Internacional del Transporte Aéreo), o para operar bajo normatividades FAR (normatividad estadounidense), normatividades JAR (Unión Europea), o normatividades de OACI.

Un ejemplo claro es el de la certificación IOSA (IATA Operational Safety Audit) que garantiza la calidad en términos de la administración operacional y sistemas de control de una aerolínea.

Pilotos y Tripulantes entrenados para situaciones anormales o de emergencia

Adicional al entrenamiento que recibe un tripulante de vuelo, bien sea de cabina de mando o de cabina de pasajeros, también están entrenados para afrontar procedimientos anormales y de emergencia. En términos generales, para cada situación anormal existe un procedimiento establecido por el fabricante y operador que permite a las tripulaciones resolver los inconvenientes de la manera más acertada y segura.

Esto es, desde algo tan simple como una rueda pinchada durante el carreteo, pasando por una emergencia médica, hasta un motor apagado, la pérdida de uno o varios sistemas hidráulicos, computadoras de vuelo o una evacuación de emergencia debida a un incendio.

Los tripulantes practican, año tras año, estos procedimientos en simuladores de vuelo y en espacios adecuados especialmente y que recrean de manera precisa los sistemas del avión, tanto en cabina de mando como en cabina de pasajeros.

Programas de FDA (Flight Data Analysis) – Análisis de datos o información de vuelo

Con los recientes avances en sistemas de monitoreo y seguimiento de vuelo, muchos de los aviones modernos incorporan sistemas de análisis de datos de vuelo (Flight Data Analysis) que envían información en tiempo real acerca del estado, parámetros de vuelo y configuración de las aeronaves, y además permiten un análisis minucioso, posterior a cada vuelo, de todos y cada uno de los trayectos que una aerolínea realiza.

Esto permite tener unos datos estadísticos importantes y significativos de los riesgos que pueden estar afectando la operación aérea particular de cada aerolínea, los cuales pueden variar de operador a operador y ser muy diferentes en cada región de un continente o del mundo. También permite a las aerolíneas generar recomendaciones a sus tripulaciones para realizar vuelos más seguros. Esto quiere decir que cada aerolínea, al tener datos específicos de su operación, puede ajustar sus políticas y recomendaciones de acuerdo a los riesgos intrínsecos a su región y tipo de operación, haciendo sus vuelos bastante más seguros.

Para dar un ejemplo, si gracias al programa de FDA una aerolínea detecta que, para un aeropuerto determinado, el porcentaje de aproximaciones que pueden generar un riesgo operacional es alto, se podría generar boletines o documentos técnicos de recomendación para que sus pilotos efectúen una aproximación más conservadora y segura.

Los programas de FDA han sido uno de los avances más importantes en términos de seguridad aeronáutica durante las últimas décadas.

Listas de chequeo o verificación (Checklists)

La operación de una aeronave es un procedimiento complejo y para el cual se requiere un arduo entrenamiento; pero como todo proceso en el que se involucre el factor humano, la aviación también es propensa al error. Es por esto que las aeronaves, y su modo de operación, incorporan sistemas de alarma para alertar al piloto de posibles errores de configuración de la aeronave o posibles violaciones. Por ejemplo, un despegue que se pretenda realizar en una configuración que no es la adecuada o, en casos extremos, un aterrizaje que se pretende realizar sin haber bajado el tren de aterrizaje.

Adicionalmente, para cada fase importante del vuelo existen listas de verificación o de chequeo, las cuales permiten asegurarse de que el avión está configurado adecuadamente para realizar su siguiente fase o maniobra.

Algunos ejemplos son: una lista para antes de encender motores, una lista antes de despegar, una antes de aproximar, otra antes de aterrizar, posterior al aterrizaje, etc.

Dichas listas se leen usando un procedimiento especial el cual permite verificar de manera redundante que un ítem o requerimiento en particular, el cual es vital que esté dispuesto adecuadamente para la siguiente fase del vuelo, realmente está en la configuración deseada.

El proceso incluye una verificación redundante, por parte de ambos miembros de la tripulación y mediante una lista de verificación, de que el sistema o procedimiento requerido se accionó o realizó correctamente.

Es un procedimiento sencillo y muy natural para los tripulantes de vuelo, sin embargo ha permitido salvar millones de vidas y hace que el vuelo y la operación de aeronaves sea más segura. Es un eslabón más en la cadena de la seguridad y permite la captura oportuna de errores.

Sistemas de prevención y alerta en vuelo

Adicional al sistema de radar meteorológico ya presentado, las aeronaves modernas cuentan con algunos sistemas avanzados de detección de amenazas o prevención de incidentes.

Aeronave en Vuelo - Boeing 737

Por ejemplo el TCAS (Traffic Collision Avoidance System) por sus siglas en inglés, o Sistema de Prevención de Colisiones, que permite que las aeronaves puedan detectar otro avión que se encuentra en una trayectoria peligrosa o que podría representar un inminente riesgo de colisión y avisa a ambas aeronaves para realizar maniobras evasivas. No es indispensable presentar el argumento técnico de cómo funciona un TCAS pero sí es importante mencionar que es un eslabón adicional en la prevención de colisiones en vuelo. El sistema funciona incluso en condiciones de cero visibilidad o de noche, por lo que no es necesario que los pilotos tengan la otra aeronave a la vista. Es una maniobra totalmente automatizada.

El GPWS (Ground Proximity Warning System) o Sistema de Alerta de Proximidad del Terreno, da alertas oportunas a la tripulación, dependiendo de la fase del vuelo, cuando se encuentran cerca del terreno o de algún obstáculo que podría representar un riesgo para la seguridad. Hoy día algunas aeronaves incorporan un sistema mejorado (EGPWS – Enhanced Ground Proximity Warning System) que adicionalmente incluye una base de datos global del terreno y sirve para dar alertas tempranas en zonas donde la geografía puede ser compleja o donde no es posible que el avión detecte a tiempo la proximidad del terreno, con sus sistemas tradicionales. Por ejemplo, en aeropuertos que se encuentran en cañones, mesetas o en cercanía de obstáculos altos.

Así mismo, los aviones incorporan sistemas de detección de amenazas en vuelo, como: sistemas de detección de humo en diferentes zonas del avión; sensores que presentan información detallada del estado de los componentes y sistemas de vuelo; sistemas de alerta que permiten a los pilotos detectar a tiempo fallas en cualquiera de los sistemas vitales del avión; entre otros.

Lo anterior se complementa a través de la constante comunicación de los pilotos con el control de tránsito aéreo en tierra (ATC) y los centros de operación de las aerolíneas, lo que les permite detectar condiciones que afectan los vuelos y tomar decisiones acertadas y oportunas.

Teoría o modelo de los “huecos del queso suizo”

Los accidentes de aviación suceden por el encadenamiento de varios errores. Un solo error por sí mismo no tiene el poder necesario para generar un accidente aéreo. Esta es una de las principales razones por las cuales volar es tan seguro. Siempre habrá una cantidad de eslabones en la cadena del error que pueden ser detectados a tiempo o que se pueden evitar gracias a la redundancia, la múltiple verificación, sistemas de prevención o advertencia, regulaciones, procedimientos técnicos, entrenamiento, experiencia, etc.

En ese sentido, la industria aérea trabaja año tras año para el mejoramiento en la captura del error y en la reducción de la probabilidad de que el encadenamiento de errores pueda resultar en un accidente fatal.

Modelo "Huecos del Queso Suizo"

Esto se conoce en la industria como la teoría o modelo de los “huecos del queso suizo”. Es una analogía en la que se representan los errores o debilidades como huecos en el queso y cada tajada de queso representa una capa de defensa, una barrera que puede impedir el siguiente error. Cada tajada puede representar elementos de la industria como: entrenamiento, regulaciones, mantenimiento, políticas de operación de las aerolíneas, estándares de operación, experiencia, habilidades de vuelo, y cada uno de los componentes que intervienen en el desarrollo de la operación aérea.

El accidente aéreo se puede configurar como una sucesión de hechos en los que una línea (amenaza) atraviesa cada uno de los huecos (debilidades) de las diferentes capas (barreras). Sin embargo, se requiere de muchos errores y probabilísticamente es difícil que una línea atraviese una sucesión de huecos que finalmente desencadene en un accidente. Existen varios niveles de defensa y, en un gran porcentaje de las operaciones aéreas, la cadena del error se detiene en las primeras etapas o se logra detener antes de que una condición potencialmente insegura se pueda presentar.

En conclusión: la configuración de un accidente aéreo es poco probable y la industria aérea ha logrado generar diversas y cada vez más contundentes capas de defensa para evitar los incidentes y accidentes, y para lograr capturar o detener la cadena del error a tiempo.

Las probabilidades están de tu lado

Las probabilidades de morir en un accidente aéreo son de 1 en millones. Esto dependerá de qué tipo de viajero seas, es decir, si eres un viajero frecuente o solo haces 1 viaje largo al año. Sin embargo, sin importar si viajas mucho o no, una probabilidad de 1 en millones es extremadamente baja.

Para ponerlo en perspectiva, la probabilidad de morir en un accidente de tránsito es de 1 en miles, eso quiere decir que hay una probabilidad significativamente mayor, de hecho miles de veces mayor, de que sufras un percance en el taxi o carro camino al aeropuerto, que en el vuelo en sí.

Puedes estar tranquilo, las probabilidades y la estadística están de tu lado.

Fly by Wire, Envolvente de Vuelo (Flight Envelope) y Leyes de Vuelo o Protecciones

Primary Flight Display - Airbus 320 - PFD - Instrumentos de Vuelo

Muchos de los aviones modernos, los cuales integran un porcentaje importante de la flota global de aeronaves comerciales, incorporan sistemas avanzados de control de vuelo, también conocidos como sistemas “Fly by wire. Estamos hablando de aviones como el Airbus 320, utilizado ampliamente por aerolíneas a nivel mundial en vuelos de corto y mediano alcance, y el principal actor en vuelos que se originan desde y hacia Colombia. Podemos incluir también aviones tipo Boeing 777 y 787, Airbus 330, 340 y 350, entre otros.

El “Fly by wire” es una forma moderna de conectar los controles de vuelo de la cabina de mando con las superficies de control. En aviones de generaciones anteriores, dicha conexión se hacía a través de cables y poleas que actuaban directamente sobre cada superficie, sin la interacción de ningún computador. Hoy en día, el sistema es bastante más complejo, incluyendo la interacción con computadoras de vuelo y actuadores eléctricos, hidráulicos o mixtos.

Estos nuevos sistemas permiten operar las aeronaves sin salirse de su envolvente operacional de vuelo (Flight Envelope) y respetando ciertas leyes o protecciones. Es decir, la tripulación bajo condiciones normales de vuelo no podría llevar, voluntaria o involuntariamente, un avión con esta tecnología a una condición en la que se pudiera poner en riesgo su integridad. Un piloto no podría, por ejemplo, comandar una velocidad significativamente inferior o superior a los límites, un ángulo de banqueo (viraje) peligroso, un ángulo de ataque que pudiera poner el avión en una situación de riesgo, un factor de carga excesivo (fuerzas G positivas o negativas por fuera de las limitaciones de certificación), entre otras condiciones o situaciones no deseadas.

Avión Boeing 787 Dreamliner en Aproximación a Madrid, BarajasDichos sistemas avanzados de control de vuelo impiden que la tripulación opere una aeronave por fuera de su envolvente segura de operación (a no ser que sea estrictamente necesario). Lo anterior se logra mediante el uso de computadoras de vuelo las cuales monitorizan, en tiempo real, cualquier comando que los pilotos realicen en los controles. Dependiendo de la fase de vuelo y de las condiciones de operación (como velocidad, altitud, peso, factor de carga, configuración del avión, ángulo de ataque, ángulo de banqueo, entre otros), dichos computadores procesan información recibida de distintos sistemas y los comandos de la tripulación y deciden si lo que el piloto intenta hacer se encuentra dentro de los límites operacionales y la envolvente de vuelo. En caso de que la tripulación pudiera estar llevando una aeronave a una condición insegura de vuelo, el computador impedirá, modificará o ajustará la intención del piloto sobre los controles.

Adicionalmente, dichos aviones operan bajo un esquema de “leyes de vuelo” que genera ciertas protecciones para cada fase y que hace que la operación no solo sea más confortable para tripulación y pasajeros, sino también más segura al impedir sobrecargas o esfuerzos innecesarios o extremos en la estructura y sistemas del avión.

Con lo anterior, los incidentes en vuelo en los que aviones comerciales han excedido sus límites operacionales o han entrado en condiciones de vuelo peligrosas, por fuera de su envolvente operacional, se han reducido significativamente y, por tanto, los accidentes debido a causas relacionadas con dichas excedencias.

Control de Tránsito Aéreo – ATC (Air Traffic Control)

Control de Tránsito Aéreo - ATC - Torre de Control

El Control de Tránsito Aéreo (ATC por sus siglas en inglés – Air Traffic Control), es una de las herramientas más importantes para la seguridad de los vuelos. Desde tierra, estaciones de radio proveen información de vital importancia a las tripulaciones de vuelo y controlan el tránsito de aeronaves, tanto en zonas terminales de aproximación y control de aeródromo, con alto flujo de tráfico, como en ruta y en espacios aéreos oceánicos o continentales remotos.

Los controladores, gracias a sus equipos de radar, pueden ver la posición exacta de cada aeronave bajo su control y le brindan a las tripulaciones autorizaciones en ruta, así como información sobre condiciones meteorológicas de importancia, aeronaves en la proximidad, o cualquier otra condición que se considere de relevante para la operación aérea.

A través de estas autorizaciones, los aviones pueden ser vectorizados (dirigidos) desde tierra, con instrucciones que las tripulaciones siguen y que les permiten realizar operaciones más eficientes y seguras.

Adicionalmente, las tripulaciones de vuelo cuentan siempre con los controladores de tráfico aéreo en tierra como sus aliados para la solicitud de información importante, que algunas veces no se puede obtener directamente en el avión. De igual manera, actúan como un puente de comunicación no solo para las operaciones aéreas sino también para comunicarse con los centros de control de las aerolíneas u otras dependencias o instituciones en tierra.

Hoy en día, el ATC representa una importante barrera en pro de la reducción de incidentes y accidentes a nivel mundial. A medida que los sistemas de radar y control se modernizan y mejoran, y la cobertura de los radares se amplía, los controladores aéreos son una importante pieza en el engranaje de trabajo en equipo de la industria de la aviación mundial.

Mantenimiento Aeronáutico: Estricto y de altísima calidad

El mantenimiento de aviones desempeña un importante rol en la industria aeronáutica y contribuye de manera especial a la seguridad aérea. Es quizás uno de los eslabones más importantes y que mayor diferencia genera al momento de comparar la industria de la aviación con otras industrias.

Imagina que cualquier transporte que usaras en tierra, bien sea un taxi, un bus o tu carro particular, estuviera sometido a las rigurosas inspecciones e itinerarios de mantenimiento de un avión. Esto quiere decir que, por ejemplo, cada vez que fueras a usar tu carro, o cualquier otro medio de transporte terrestre, el vehículo fuera inspeccionado en el exterior e interior para verificar:

  • Una correcta presión de los neumáticos.
  • Un adecuado nivel de aceite y refrigerante.
  • Una correcta carga de la batería.
  • Adecuado nivel de líquido hidráulico.
  • Adecuado movimiento de los controles como el timón o los pedales.
  • Estado de todas las luces.
  • Entre otros.

Adicionalmente, que un técnico especializado en la marca y modelo específico de dicho automóvil te firmara una bitácora de mantenimiento asegurando que el vehículo se encuentra en condiciones óptimas de operación. Esto para cada trayecto que se realizara en el vehículo.

Imagina también que tu carro se tuviera que someter a mantenimientos programados cada día, cada semana, cada quince días, cada 3 meses y cada año; y que cada uno de dichos mantenimientos tuviera unas tareas indicadas por el fabricante para asegurar que todo funciona como se espera que deba funcionar.

Esto es, guardando las proporciones, lo que ocurre con el mantenimiento de cualquier avión comercial en operación. Se realizan inspecciones de mantenimiento para cada trayecto que deba cumplir la aeronave. Se cumplen, como mínimo, inspecciones de mantenimiento una vez al día o cada 48 horas. También se realizan verificaciones periódicas que en la industria se conocen como “Chequeos” o “Inspecciones” A, B, C o D, entre otros.

Para cada aeronave se establece diferentes tipos de chequeos de mantenimiento que se realizan cada cierto número de horas de vuelo, ciclos o tiempo en días o meses. Sin la debida verificación y aprobación de mantenimiento ningún avión sobre la faz de la tierra puede realizar una operación de vuelo.

Algunas inspecciones son tan exhaustivas que, prácticamente, requieren que una aeronave sea casi que “desarmada” o “desbaratada” para revisar hasta los más mínimos detalles.

Lo mismo sucede no solo con el avión como tal, sino con su componente más importante, el corazón de cualquier avión: sus motores.

Adicionalmente, todos los componentes y repuestos utilizados para el mantenimiento de una aeronave deben ser aprobados por el fabricante y los entes reguladores, y deben tener una estricta trazabilidad. Lo anterior garantiza que se pueda detectar a tiempo una falla en un componente, que podría afectar al resto de la flota, y que las investigaciones de incidentes y accidentes puedan generar recomendaciones relacionadas con el mantenimiento de aeronaves y el uso de ciertas piezas, con el fin de mejorar los estándares de seguridad.

Por otro lado, los técnicos de línea e ingenieros que se encargan del mantenimiento e inspección deben tener una licencia técnica expedida por la autoridad aeronáutica y deben haber realizado un curso para cada tipo específico de aeronave. Estos profesionales pueden llegar a un nivel tal de especialización que pueden dedicarse exclusivamente a tareas relacionadas con aviónica, electrónica, motores, mantenimientos pesados, tapicería, interiores, etc.

Lo anterior le permite al viajero estar tranquilo al momento de abordar una aeronave: si el avión tiene la aprobación del área de mantenimiento y operaciones es porque, de acuerdo a lo que establece el fabricante, la industria, las regulaciones y el operador, se encuentra en condiciones seguras y óptimas para realizar su siguiente vuelo.

Conclusión: Claro que es seguro viajar en avión

Luego de analizar los diversos factores que hacen que la industria de la aviación sea una de las más seguras a nivel mundial, podemos concluir que es claro que volar en avión es seguro. De hecho, muy seguro. Recordemos algunos de los principales argumentos:

  • La aviación es una industria que invierte sumas multimillonarias en mejorar la seguridad de su operación año tras año. Más que cualquier otra industria de transporte en el mundo.
  • El personal aeronáutico está altamente calificado y realiza su trabajo siguiendo unos altos estándares de operación y desempeño.
  • El entrenamiento aeronáutico es recurrente, estricto y exhaustivo.
  • La tecnología ha permitido modernizar, renovar y mejorar la industria década tras década.
  • Las probabilidades de que se cometa una cadena de errores que desencadene en un accidente aéreo son muy bajas y existen muchas barreras y defensas para evitarlo.
  • Las probabilidades de morir en un accidente aéreo son extremadamente bajas. De hecho, muchísimo más bajas que las probabilidades de morir en un accidente de tránsito.
  • La turbulencia por sí misma no hace caer los aviones.
  • Los aviones tienen sistemas de alerta para evitar colisiones con otras aeronaves y con el terreno.
  • El mantenimiento es de altísima calidad y rigurosidad.
  • Los aviones están diseñados para volar en condiciones extremas y soportar fuerzas extremas.
  • Existe toda una cadena logística y de trabajo en equipo para garantizar una operación aérea segura.
  • Las regulaciones aéreas son estrictas y exigen que la operación aérea se realice de la manera más segura posible.

Gracias por leernos. No dudes en contactarnos en caso de tener inquietudes adicionales o cualquier sugerencia o comentario acerca de este contenido.

Este artículo ha sido generado y redactado en su totalidad por volavi (Autor: Pablo Andrés Ortega). Su reproducción total o parcial, republicación, o cualquier uso sin la debida autorización, está totalmente prohibido.

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