Pionero de nuestra Aviacion nacional
El Capitán Germán Olarte Flórez, "Barriga de Tigre" como era conocido en el gremio debido a los varios aterrizajes de barriga que tuvo que hacer durante su carrera, nació el 17 de Enero de 1923, en la ciudad de Bucaramanga, y era hijo del conocido médico el Doctor Lucas Olarte y de Doña Luisa Flórez. Siendo muy joven, Germán logró conseguir empleo como radio-operador en la SCADTA. A los 16 años ya dominaba el código Morse y encontró esa fascinación por la aviación volando en los Junkers W-34 de la compañía. En estos aviones, que habían sido traídos a mediados de los años veinte, se transportaba, además de pasajeros, el Correo Aéreo a las poblaciones, bordeando el río Magdalena desde la base de Veranillo, en Barranquilla, hasta Girardot. Los aviones estuvieron al servicio de SCADTA hasta 1939. Germán completo su curso de aviación en los Estados Unidos, gracias a una beca.
Al regresar a Colombia, se vinculó de inmediato a la aerolínea LANSA, que operaba desde su propio aeropuerto en Soledad. Participó del desarrollo de la compañía volando los primeros DC-3 en las rutas regionales desde 1947.
El Capitán Olarte cuando volaba en LANSA con su tripulación
Foto: Colección de Edward Torres
Más tarde en Avianca, donde se vinculó en 1952, y a pesar de su corta edad de 24 años, adquiere ya su licencia como piloto de instrumentos para operar equipos tipo C-47 / DC-3 / DC-4 / L-749-A / L-1049-E y C-46. Estando en Avianca, por el año de 1953, fue nombrado instructor de Súper Constellation para los pilotos colombianos en el área de Nueva York, en donde vive varios años y nace uno de sus hijos, William Frank Olarte. En Avianca estuvo en servicio hasta 1957.
Foto: Colección de Edward Torres
Página del registro de vuelo mientras voló en LANSA
Imagen: Colección de Edward Torres
Página del registro de vuelo mientras voló en AVIANCA
Imagen: Colección de Edward Torres
Luego, de 1958 a 1960, es contratado por la Colombian Petroleum Company, COLPET para pilotear uno de sus aviones, siendo el presidente de esta empresa el Señor Constantino Puccini.
Licencia de Piloto con fecha del año 1947. Ya era Capitán de todos estos tipos de Aviones con sólo 24 años de edad.
Imagen: Coleccion de Edward Torres
Cuando se forma AEROCÓNDOR, entra a volar en el año de 1961 los primeros C-46 y más tarde los DC-6 que pasaron a formar parte de flota. Después de varios años en esta compañía acepta una propuesta de su amigo, el Capitán Ángel de La Cuesta, para unirse con él en una nueva aventura y decide vincularse a la empresa Air Cameroun, en el África Occidental.
Página del registro de vuelo mientras voló en AEROCÓNDOR
Imagen: Colección de Edward Torres
En 1966 comienza a volar los DC-4 y Super Constellation durante 4 años. Es de notar que durante este periodo el récord de seguridad de los pilotos colombianos fue impecable, lo que indica que no se presentaron accidentes ni fatalidades. Entre los pilotos colombianos que buscaron nuevos rumbos en África también se encontraban los Capitanes Jorge Bernal, Jaime Duque y Alfredo Gracía. Hubo varios Capitanes colombianos más volando en el África, la gran mayoría de ellos lo hicieron en el Congo Belga, lo que hoy en día se denomina la República Democrática del Congo, antes Zaire. Las principales ciudades a donde se volaba en ese entonces eran Douala, Yaundé, Marua, Garua, Baffousan y Victoria, dentro de la República Federal del Camerún. Y entre las rutas internacionales se contaba con los servicios a Fort Lamy, en el Chad, y Bangui, en la República Centroafricana; Brazzaville, Leopoldville y Kinshasa, en el Congo, y Libreville en Gabón, junto con la antigua colonia española de Fernando Poo, en la isla de Santa Isabel, en la actual Guinea Ecuatorial.
Cada cierto tiempo, cuando se debía hacerle over-haul a los aviones, estos tenían que volar desde Douala hasta Toulouse en Francia. Esto significaba atravesar todo el desierto del Sahara en los DC-4s.
El Capitán Olarte en su puesto de Pilotaje en un DC-4 en Camerún
Foto: Mario J. Torres
Cuando el Capitán Olarte regresa a Colombia, en el año 1970, siendo muy amigo del Capitán Luis Carlos Donado Velilla, llegó con puesto asegurado en AEROCOSTA, en donde se desempeñó primero como Jefe de Pilotos para más tarde pasar a la parte administrativa, siempre como brazo derecho del Capitán Donado. Cuando se acaba AEROCOSTA en 1973, y mientras el Capitán Donado organiza a LAC, el Capitán Olarte trabaja un tiempo en AEROTAL (1973-1974) y más tarde en ARCA, al lado del Pote Gutiérrez, siempre en la parte administrativa. Para esa época ARCA solo operaba un DC-6; es la época cuando adquieren un Boeing 707, para más tarde comprar su primer DC-8 en Italia.
Cuando sale de ARCA, en 1976, finalmente regresa al lado de su gran amigo el Capitán Luis Carlos Donado Velilla y ocupa el cargo de Vicepresidente de Operaciones en LAC.
Tarjeta de presentación mientras fue Vicepresidente ejecutivo de LAC.
Imagen: Colección de Edward Torres
Herman, como lo conocían las personas más allegadas, fue miembro de la Junta Directiva y Presidente de la Liga Colombiana de Radioaficionados, destacándose entre otras cosas como de los mejores radiotelegrafistas del país. Fue promotor de la Seccional Barranquilla de la Liga y fue profesor de toda una generación de radioaficionados. En Colombia transmitió como HK-1QQ, en Camerún TJ-1QQ y en el Chad TT-1QQ. Además participo en varias expediciones a las Islas de Malpelo, en el Pacifico Colombiano, siempre haciendo contactos con radioaficionados de todo el mundo. Esta fue la gran afición del Capitán Olarte.
QSL que usó durante los años que trabajó en LAC.
Imagen: Colección de Edward Torres
Finalmente se casa por lo civil en los Estados Unidos con Esthercita Angarita, con quien vive durante 23 años. Después de mucho tiempo al servicio de LAC, fallece en Barranquilla de un paro cardíaco el día 28 de abril de 1987, cuando tenía 64 años de edad.
El Capitán Olarte fue un hombre supremamente sencillo; nunca le interesó guardar recuerdos, diplomas ni fotos. Cuando traía al país algún avión nuevo, como piloto, siempre se escabullía y dejaba al copiloto o ingeniero de vuelo que hablara con la prensa. No le gustaba que lo homenajearan.
A manera póstuma, recibió de la Liga Colombiana de Radioaficionados el Escudo de Oro, el cual fue entregado a su viuda, doña Esther de Olarte. El Capitán Olarte es recordado con gran cariño por sus familiares y las personas que tuvieron la fortuna de conocerlo y trabajar a su lado.
Escudo de oro que le fue otorgado de manera póstuma a su viuda Esther de Olarte por la Liga Colombiana de Radioaficionados.
Imagen: Colección de Edward Torres
Mi tío Gustavo López Diaz fue un gran radioaficionado lo recuerdo muy bien en Barranquilla antes de irse a vivir a Bogota para gerenciar Aerocondor desde la capital