Pereira – Matecaña (SKPE / PEI)

A finales de los años 30,  don Santiago Londoño, Presidente del Consejo Municipal, junto con su tesorero y gerente Jesús Cano Montoya, y en asocio con el ingeniero Carlos de la Cuesta Restrepo decidieron investigar la posibilidad de construir un campo de aterrizaje para la ciudad de Pereira, localizada en ese entonces en el Departamento de Caldas. Inicialmente creyeron que era más fácil ubicarlo en las inmediaciones de Dosquebradas. Un norteamericano que visitaba Pereira y estaba alojado en el Hotel Colón y que no era técnico en aviación, pero si había volado muchas veces, fue consultado por los autores de la curiosa iniciativa. Después de una larga exposición, el norteamericcno les hizo modificar su idea sobre la ubicación del campo aéreo, aduciendo a que el Alto del Boquerón impediría la entrada y salida de aviones, toda vez que la corta distancia entre el terreno plano y el alto, garantizaba un accidente seguro.

No hubo más remedio que abandonar la idea y aceptar como solución paliativa, pese a la oposición del Personero Municipal, don José Antonio Henao, que el Municipio de Pereira aportara una suma de cierta consideración para construir el Campo Aéreo de Santa Ana en la ciudad de Cartago, al norte del Valle. Esta pista fue eventualmente inaugurada con el aterrizaje de un bimotor Sikorsky S-38, el “Olaya Herrera” de la SCADTA. El Campo de aterrizaje de Santa Ana quedaba a dos horas de la ciudad por una precaria carretera destapada.

Años más tarde, el 20 de julio de 1944 por iniciativa de Benjamín Ángel Maya y bajo la dirección de los ingenieros Carlos Drews Castro, autor de los planos, Tiberio Ochoa Uribe, Enrique Gómez Pineda, Rafael Calle y Carlos de la Cuesta, tuvo lugar el histórico convite en el cual se volvió a revivir la idea de un campo aéreo para la ciudad. Insistiendo en su propósito, los pereiranos decidieron hacer reconocimiento del predio rural denominado “Matecaña” o “Guadua Rayada”, de propiedad de los herederos del viejo productor de panela don Rodolfo Aguilar.  La hacienda era hasta entonces administrada por su hijo Rodolfo. El predio lo adquirió el Municipio mediante Acuerdo Numero 36 del Agosto 18 de 1944.

Pronto comenzó la tarea de construcción, sin contar con los fondos gubernamentales. Los pereiranos sin condición de clase, se dieron a la tarea de construir una pista como una acción cívica. Laborando de siete de la mañana a las seis de la tarde y en posesión de regatones, barras, palas y carretillas, empezaron a remover tierra. Era en ese tiempo Alcalde de Pereira don Jorge Restrepo Ochoa, quien apoyó el proyecto desde su inicio. Hubo necesidad de emplear hasta carretas de tracción animal por la carencia de equipos apropiados. Don Gonzalo Arango Mejía empleando la gravilla y agua procedentes de la acequia de Llanogrande, se ocupaba del relleno en el sector central del terreno. Don Jesús Zuleta proporcionaba el balasto que se regaba con una fatigada cuchilla adaptada para tal labor.

El 8 de noviembre de 1946 visitó el campo donde se construía la pista el piloto militar payanés, Capitán Luis Carlos Londoño Iragorri. Fue entonces cuando al despedirse de De la Cuesta, le dijo que si removían una gran piedra que se encontraba en el centro del campo, él aterrizaría su avión en Pereira. Y así lo hizo el 9 de noviembre de 1946, a las 10 de la mañana. El Capitán Londoño aterrizó en medio del campo en el monomotor militar Texan AT-6 numero 740.

Los pereiranos invadieron el campo y trajeron al piloto a la ciudad, en medio de una maravillosa manifestación. Poco antes de emprender su viaje de regreso a la base de Cali, ofreció vuelos sobre el terreno a los entusiasmados dirigentes de la ciudad.

El 6 de agosto de 1947, un día antes de la inauguración oficial, aterrizó en Matecaña sin autorización un DC-3 de la empresa VIARCO, procedente de Cali. Entre los pasajeros se encontraba don Roberto Henao Gutiérrez, el primer pereirano que desembarcaba en el aeródromo de la ciudad. Al día siguiente, festivo 7 de agosto, enmarcado con el entusiasmo popular, música, banderas, y el ruido de los motores, tuvo lugar la solemne inauguración oficial. El acto comenzó con la maniobra de aterrizaje de un anfibio PBY Catalina de la Fuerza Aérea Colombiana. Inmediatamente hicieron su arribo las naves comerciales DC-3 de AVIANCA, LANSA y VIARCO, así como pequeños monomotores de la escuela “Socogomez” de Cali. El Capitán Consuegra trajo un poderoso avión de cuatro motores, un DC-4 de AVIANCA, pero cargando solamente las maletas de los invitados especiales, pues la pista estaba todavía restringida para este tipo de aviones.

Las primeras operaciones regulares se iniciaron por parte de la empresa LANSA volando desde Bogotá en aviones DC-3. Más adelante, AVIANCA empezó a operar en aviones DC-4 en la ruta Medellín-Pereira-Tuluá-Cali con regreso todos los días. Igualmente se ofreció un servicio diario en DC-3 en la ruta Bogotá-Armenia-Pereira-Bogotá y regreso.

Para finales de los años 50, al iniciar operaciones de pasajeros, la empresa RAS (Rutas Aéreas de SAM) ofrecía la ruta Cali-Pereira-Medellín y Bogotá-Pereira en aviones DC-3. Años más tarde, fue operada la ruta en aviones DC-4 cuando la aerolínea fue reestructurada nuevamente como SAM. Para 1967 además operaba a Matecaña, la próspera aerolínea AEROCONDOR con aviones DC-4 desde Bogotá, Cali y Medellín.

Luego de efectuar una considerable inversión para construir un terraplén y poder ampliar la pista para la operación de aviones jet, con gran emoción se recibió el avión “Almirante Padilla” (HK-1404), un Boeing 737 de AVIANCA el 12 de noviembre de 1971. Bajo el mando del Capitán Hernando de la Cruz y el Primer Oficial Capital Darío Carvajal, a bordo del vuelo inaugural se encontraban además los altos directivos de AVIANCA, el Capitán Rafael Barvo, Vicepresidente Técnico y Miguel Escobar López, Director de Relaciones Publicas. Inmediatamente el aeropuerto de Matecaña recibió la autorización oficial de la Aeronáutica Civil para la operación de aviones jet, convirtiéndose en uno de los aeropuertos más modernos del país.

El 15 de noviembre de 1971 en solemne ceremonia se bautizó en Pereira el avión “José Acevedo y Gómez” un Boeing 727 (HK-1272) de AVIANCA, con la asistencia de las señoras Lucia Pardo de Pizano y Teresa Pardo de López, bisnietas del prócer, en cuyo homenaje se bautizaba el avión. Poco después AVIANCA comenzó su operación exclusivamente en aviones jet uniendo a la ciudad con Bogotá, San Andrés y Cartagena.

El edificio terminal sufrió un gran cambio con la remodelación en 1978 que se llevo a cabo para atender el creciente volumen de pasajeros que se creó con la operación de los aviones jet. La remodelación incluyó la construcción de un nuevo terminal de pasajeros con salas de espera, puentes de abordaje, zonas comerciales y una nueva torre de control, al igual que la ampliación de la plataforma de parqueo de aeronaves y el área de bodegas de carga.

El 5 de junio de 1979, la aerolínea AEROTAL inauguró los servicios regulares a Matecaña en la ruta Bogotá-Pereira-Medellín, utilizando aviones Caravelle. Precisamente como homenaje a la ciudad, un Caravelle de la empresa, el HK-2402X fue bautizado con el nombre de “Perla del Otún”.

AVIANCA convirtió el aeropuerto de Matecaña como internacional al introducir servicios a Miami y Nueva York desde el terminal pereirano. Con las rutas Pereira-Cali-Miami y Pereira-Cartagena-Nueva York, los pereiranos tuvieron la oportunidad de desplazarse directamente a Estados Unidos. Al introducir aviones de última tecnología, los MD-83, AVIANCA bautizo el EI-CCC como “Ciudad de Pereira”. Hasta hace unos años AVIANCA ofrecía hasta cinco vuelos diarios en aviones Fokker F-50 turbohélice. En la actualidad estos han sido reemplazados por los Fokker 100. Las conexiones internacionales se ofrecen vía el aeropuerto internacional de Eldorado o vía ciudades de la costa.

SAM continuó operando con los aviones Electra Turbohélices, que luego fueron reemplazados por el Boeing 727. El HK-727 cuando operaba con SAM fue bautizado como “Ciudad de Pereira". A su vez los 727 fueron reemplazados por los aviones británicos RJ-100. Actualmente SAM, íntimamente ligado a Avianca, opera a Pereira con Aviones Fokker 100. ACES que era una de las más importantes aerolíneas del país, empezó operando desde el aeropuerto Olaya Herrera de Medellín en pequeños turbohélices, los cuales fueron reemplazados por los ATR-42 y los Boeing 727, y al igual que AEROTAL en el pasado, bautizaron uno de sus Aviones Airbus A320 con el nombre de "Perla del Otún".

INTERCONTINENTAL DE AVIACIÓN también operó con dos vuelos diarios entre Bogotá y Pereira en aviones birreactores DC-9.

En la actualidad le ha correspondido a AIRES reemplazar las aerolíneas regionales y ofrece servicios a Medellín, Ibagué, Bogotá y Panamá. También operan rutas regionales ADA y SATENA.

El aeropuerto internacional cuenta en la actualidad con una pista pavimentada de 2.020 metros de largo y 45 de ancho con bermas de seguridad. La pista tiene orientación 08 – 26 y presenta una inclinación de casi 24 metros entre cabeceras. Tiene luces PAPI en la cabecera 08, luces de borde de pista y luces de umbral, que lo habilitan plenamente para la operación nocturna.

El Aeropuerto Matecaña es una entidad municipal creada mediante el Acuerdo No. 47 del Agosto 18 de 1976 y está manejado por un Gerente, que reporta a una Junta Directiva, presidida por el Alcalde la ciudad. La Aeronáutica Civil presta los servicios aeronáuticos de control de tráfico aéreo, mediante un convenio interadministrativo.

Se constituye en un orgullo y ejemplo para el país este aeropuerto municipal que ha demostrado ser rentable y reportar utilidades a la ciudad de Pereira. El 7 de Agosto del 2007 se cumplieron 60 años, desde el día en que con gran pompa y alboroto popular, se inauguró el aeropuerto de los pereiranos.