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Cuando de esquiar se trata, Aspen se convierte en la primera opción para muchos apasionados de este deporte, ya que sus montañas son unas de las mejores para practicar esta actividad en todo el planeta.
Por invitación de Aspen Snowmass, vivimos la experiencia de esquiar en las montañas de Aspen, un complejo que se divide en cuatro montañas: Aspen Mountain, Buttermilk, Aspen Highlands y Snowmass. Esta experiencia consistió en dos clases, en dos días, con un instructor profesional de talla mundial, el cual nos enseñó a utilizar los equipos y algunas técnicas para defendernos al momento de descender la montaña.
Te invitamos a ver este video de nuestra experiencia esquiando:
Preparación, ropa y equipos
Entrando en materia, para poder practicar este deporte, es indispensable contar con ropa adecuada para la nieve (chaqueta y pantalón). La ropa que se utiliza en esta actividad deberá protegerte del frío y no dejar que se filtre la humedad. En nuestro caso, rentamos chaqueta y pantalón con Suit YourSelf, quienes llegan hasta donde estés hospedado y así podrás elegir tu talla adecuada y prepararte para una gran aventura en la nieve. Asimismo, si quieres protegerte un poco más del frío, podrás utilizar ropa térmica o un saco adicional debajo de tu chaqueta.
Así luce la ropa adecuada para la nieve.
Después nos dirigimos a las instalaciones de AspenX, en la base de Aspen Mountain, en donde tienes una asistencia personalizada para alquilar tus equipos para esquiar. Allí nos preguntaron el nivel de experiencia y nos tomaron medidas de altura y talla de zapatos, para obtener los equipos indicados para la actividad. Rentamos los esquís, las botas especiales, el casco y los palos.
Es importante tener en cuenta que el alquiler de equipos no incluye gafas de sol o antiparras (gafas grandes que se utilizan en el casco). Por esto, es recomendable llevar tus propias gafas, o antiparras, con filtros adecuados para cuidar de tus ojos y evitar que el reflejo del sol en la nieve te incomode al practicar el deporte.
Después de tener todo listo, AspenX lleva tus equipos hasta la base de montaña que escojas para iniciar tu día esquiando; nosotros, al hospedarnos en el hotel LimeLight Snowmass, decidimos llevar los equipos hasta este lugar y así poder recogerlos en el día que iniciamos nuestras clases.
Tarjeta de acceso
Después de tener todo tu equipo de esquí listo, deberás tener siempre contigo una tarjeta de acceso que debes recargar con anterioridad, con el personal de Aspen Snowmass, ya que con esta tarjeta podrás acceder a todas las góndolas de las montañas y a las sillas que te transportan a ciertos puntos estratégicos. Sin esta tarjeta no podrás ingresar a los diferentes complejos. Si quieres ver los precios para la temporada de nieve 2024 – 2025 deberás ingresar a la página web de Aspen Snowmass y allí podrás consultar todos los planes que tienen preparados para ti.
Sistema de Góndolas en Aspen Snowmass.
Esquiando en Snowmass
Como dato curioso, la montaña Snowmass (donde tomamos nuestras clases) es una montaña catalogada como familiar, ya que gracias a sus características y espacios permite que niños y principiantes del deporte puedan practicar allí y hacer descensos de montaña controlados.
El esquí es un deporte que requiere fuerza en las piernas y estabilidad. Si cuentas con algún tipo de experiencia practicando patinaje, o haciendo skateboard, tendrás más afinidad a la hora de subirte en los esquís, ya que entenderás un poco más sobre los diferentes movimientos y posiciones que se deben adoptar para esquiar.
Si no tienes una experiencia patinando o haciendo skateboard, y es tu primera vez esquiando, el personal de Aspen Snowmass está altamente calificado para enseñarte, de manera correcta, desde cómo usar las botas hasta cómo descender una montaña con total seguridad y confianza.
Al estar en una parte alta de la montaña, donde comienza tu aventura esquiando, olvidas que estás con sensaciones térmicas por debajo de los cero grados Celsius, ya que este deporte es de mucha concentración y debes estar siempre mirando al frente para saber por dónde vas y poder tomar el camino correcto.
Esquiador llegando a la base de Aspen Mountain.
Durante nuestro primer día de clases, logramos dominar la técnica para avanzar, frenar y hacer curvas esquiando. Iniciamos en una pista preparada para tomar confianza y conectar con este deporte, un lugar amplio y con descensos muy poco pronunciados para no ir muy rápido. Allí, nuestro instructor nos enseñó la postura de inclinación que debes tener y cómo hacer la fuerza necesaria para lograr giros, mientras vas descendiendo lentamente en la pista adecuada.
Después de ver que hemos tomado confianza, y que podemos subir un poco el nivel de descenso de montaña, hacemos uso de las sillas para llegar a un punto unos metros más alto y poner en práctica todo lo aprendido. Igualmente, subirse o bajarse de las sillas cuenta con su respectivo procedimiento: al subirte deberás mirar hacia atrás y justo cuando la silla llegue te sientas y disfrutas del ascenso; a la llegada, deberás impulsarte con la silla para descender de esta y entrar en la pista.
Ya encontrándonos en este punto de la montaña comienza a subir el nivel, ya que los descensos son a mayor velocidad y comienzas a practicar los giros. Debes utilizar de manera correcta el balance del peso de tu cuerpo para evitar caídas y poder hacer giros estupendos.
A mitad de jornada era ya la hora del almuerzo. En todas las montañas podrás encontrar una gran cabaña en donde todos los esquiadores comparten mesas y toman los alimentos. Es un momento de relajación, de contar las experiencias en la montaña y, claramente, de disfrutar de las variedades del menú.
Gran cabaña en la montaña Aspen Mountain.
La segunda parte de la jornada del primer día iniciaba a mitad de montaña, en una pista en donde podías bajar a grandes velocidades y pasar en medio de los hoteles que se encuentran en esta zona. Básicamente, durante la temporada de invierno, esto se convierte en una vía principal de esquiadores, donde se alcanzan velocidades de entre 30 y 40 km/h. Para los expertos parecerá despacio, pero para nosotros, que estábamos iniciándonos en esta actividad, era bastante rápido y divertido. De esta forma, nuestro primer día esquiando terminaba con la satisfacción del deber cumplido. Eso sí, el cansancio físico era alto, por lo que era mejor relajarnos, disfrutar de una buena cena, dormir bien y estar preparados para nuestro segundo día.
Nuestro segundo día esquiando
Al inicio de nuestro segundo día, las caídas no faltaron y los músculos de nuestras piernas se encontraban bastante adoloridos por todo el esfuerzo del día anterior. Solo fue volver a entrar en situación y estábamos listos para seguir practicando en medio de los hoteles, mejorando las técnicas y preparándonos para lo más importante: el descenso de la montaña desde uno de los puntos más altos, con una elevación aproximada de 3.000 metros sobre el nivel del mar.
Después del almuerzo, llegó la hora de la verdad: el momento de descender. Las montañas para esquiar, por lo general, cuentan con tres pistas: de color verde para principiantes, de color azul para un nivel intermedio y de color negro para profesionales del deporte. Al ser nuestra primera vez esquiando, haríamos el descenso por la pista verde.
Iniciamos y en varios tramos la nieve se había vuelto un poco cremosa, por el día soleado que hacía y por lo que nos encontrábamos terminando la temporada de invierno. Esto hizo que no tomáramos una mayor velocidad y pudiéramos seguir con nuestro recorrido de manera tranquila.
Después de superar este tramo, pasamos por lugares en los que hay algunas zonas con abismos a lado y lado, aunque no tan pronunciados. Es ahí donde la concentración aumenta para no fallar y seguir por el camino correcto.
Pareja esquiando en Aspen.
Después de ir descendiendo llegamos al punto donde la pista se vuelve más ancha y se nota, al final de la montaña, la base de las góndolas, lugar donde debíamos llegar. Nuestro descenso se vuelve más veloz y más exigente, debemos poner en práctica todo lo aprendido. Obviamente no faltaron las caídas, pero el poder experimentar el descenso de una montaña, esquiando rápidamente, se convierte en una gran sensación, una experiencia única en la vida. También en un logro alcanzado, al saber que llegas a la base de la montaña y, cuando volteas a ver arriba, ves la cima en la que estabas hace tan solo unos minutos y dices: ¡Lo logramos! En ese momento olvidas tu cansancio físico. Olvidas el agotamiento, después de haberlo dado todo en el descenso. Olvidas que la temperatura es muy baja. Tienes la adrenalina en un 100% y lo único que deseas es poder volver a subir y realizar de nuevo el recorrido.
Aspen lo tiene todo
Como puedes ver, Aspen lo tiene todo para pasar las mejores (y muy diferentes) vacaciones en compañía de familia, pareja o amigos. Es un destino único en el que podrás vivir experiencias de vida inigualables, con actividades que solo pueden realizarse en lugares especializados como este.
Te recomendamos considerar este destino dentro de tus opciones para tus futuros viajes, pues podrás disfrutar de experiencias de lujo, confort, gastronomía, naturaleza y mucha adrenalina.
Al planear tus próximas vacaciones de invierno en Aspen, recuerda incluir en tu itinerario las actividades de esquí, así tendrás la oportunidad de aprovechar una de las mejores montañas a nivel mundial para practicar este deporte. Si no tienes experiencia esquiando, tranquilo, al igual que nosotros podrás recibir clases personalizadas y aprender de la mano de expertos en Aspen Snowmass.
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Productor de Radio con amplia experiencia en el medio y creador de contenido. Entusiasta y apasionado por la aviación.
Miembro de volavi desde el 2018, desempeñando el rol como Corresponsal y creador de contenido en redes sociales.
