esto lo escribio rudolf holmes...tiene algna imprecisiones pero en el fondo es MUY VALIDO
¿Quo vadis, Satena?
La leyenda de la tradición cristiana que ha hecho famosa la pregunta del título cuenta que en época de Nerón el apóstol Pedro huía de Roma, donde sacrificaban a los cristianos. En el camino se encontró con Jesús, que caminaba en sentido contrario. Pedro le pregunta: "¿Quo vadis?", y él responde que va para Roma, a que lo crucifiquen por segunda vez. Esto induce a Pedro a devolverse.
No se sabe con quién tendrá que encontrarse la administración de Satena para que se devuelva y no deje abandonadas a sus comunidades tradicionales. Ha puesto a un lado la que era la principal razón de existir de la aerolínea, que consiste en ofrecerles medios de transporte a poblaciones aisladas, como las que residen en regiones selváticas, en islas o territorios apartados que no tienen servicios de transporte privado. Subordinaron esa responsabilidad para competir agresivamente por el mercado de ejecutivos en las rutas comerciales y en las turísticas, beneficiándose de privilegios que no están disponibles para otras empresas de trasporte aéreo.
En Medellín tienen acceso exclusivo al aeropuerto Olaya Herrera y aterrizan en jets en pleno centro. Las demás líneas comerciales que vuelan a Bogotá, a Cali o a Barranquilla tienen que hacerlo desde el aeropuerto internacional de Rionegro, un bellísimo terminal que está subutilizado en parte porque nunca cerraron el aeropuerto del centro y en parte porque se gasta más tiempo entre Medellín y el aeropuerto José María Córdoba, y se corren mayores riesgos que volando desde ahí hacia una de las ciudades principales de Colombia. Las aerolíneas comerciales no pueden competir con Satena en esas condiciones.
Otras rutas, como la de Leticia y la de San Andrés, son atendidas por aerolíneas comerciales y son rentables, razón por la cual Satena también hace presencia en ellas. La racionalidad para hacerlo podría ser que con los excedentes que generan en los mercados comerciales rentables compensan pérdidas en rutas en las que prestan el servicio social. Esto sería perfectamente razonable si no estuvieran abandonando esas rutas.
Mompós, por ejemplo, no está en la red. Antes de adquirir los jets de Embraer, Satena llegaba con otros aviones a comunidades de la región del Amazonas. Ya dejaron de operar esas rutas porque no lo pueden hacer con jets. La empresa ha ofrecido transporte aéreo entre San Andrés y Providencia desde hace tiempo, con una breve interrupción en el 2000, y ha convivido con varias líneas comerciales que han fracasado porque han sido empresas de poco capital y porque el mercado no es de los más rentables. La presencia de Satena es lo que ha garantizado que la comunidad tenga transporte y que la calidad del servicio sea aceptable, particularmente en términos de seguridad (aunque los aviones checos con los que ha venido operando Satena en esa ruta son los mismos que tenía West Caribbean, que se caen si les falla uno de los dos motores cuando despegan, como ya sucedió en la isla hace varios años).
Satena ha tomado ahora la decisión de no vender tiquetes ni hacer reservas para vuelos posteriores al 15 de septiembre. El servicio quedará exclusivamente a cargo de la empresa Searca, que transporta a los huéspedes de la cadena hotelera Decameron y vende los pocos puestos que sobran para trasportar a otros pasajeros.
Esta decisión de Satena va a dejar aislada a la comunidad isleña con consecuencias económicas, sociales y estratégicas muy graves. Juan Guillermo Ángel, consejero presidencial para las islas, dice que si el Presidente se entera no deja que Satena se salga. Realmente sería sorprendente que el Gobierno permitiera esa decisión tan perjudicial para la comunidad y para la soberanía en las islas. Si Colombia no las atiende ¿quién lo hará?
Nota: El autor de esta columna es miembro de la junta directiva de una aerolínea comercial y comparte el usufructo de una cabaña isleña en Providencia (isla).
Rudolf Hommes
http://www.eltiempo.com/opinion/columni ... _5956747-1