- Dom Ene 30, 2011 4:08 pm#39763
Otra oportunidad para salir del país, esta vez haciendo uso de los servicios de Copa Airlines y Copa Colombia con destino a la ciudad de La Habana, Cuba.
Como ya es habitual en la conectividad de la aerolinea panameña, debimos cambiar de avión en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Habiendo comprado un paquete todo incluido un precio muy favorable, teníamos Itinerario para salir de Cali el día 23 de diciembre a las 8:30 de la mañana.
La mañana estaba fría y el panorama era oscuro en Palmaseca. Servicio de primera abordo del E-190 de Aerorepública, en el que volví a coincidir con una azafata que durante el 2010 fue programada a cuatro de los cinco vuelos que tomé en esta 'desaparecida' filial colombiana.
Vuelo programado a la capital cubana a las 11:30 del medio día. La salida fue antes de lo previsto y el servicio tambien fue destacado. Tripulación total masculina que ofreció Sandwich con galletas oreo y refrescos. Cielo despejado sobre las antillas y pista congestionada en el José Martí. Ante el inminente cierre de la terminal 3 por sobreocupación de las pasarelas de abordeje, fue necesario esperar una media hora en rampa.
Sin embargo estuvimos al tanto de la situación de manos del piloto, quien segundos antes, al parecer casi pierde el control del Boeing 737-800 durante el aterrizaje.
Complicado y demorado chequeo de inmigracion aeroportuario. A pesar de no pedir visa ni sellar el pasaporte, teniendo en cuenta el contexto político es normal la tomada de foto, huella dactilar, y la espera de más de 5 minutos en un cubículo hermético casi blindado en el que deben llenarse más de 4 formularios.
La fila de equipaje extraviado alcanza las 30 personas, y la montonera para reclamar el que si ha llegado es impresionante, ya que hay solo dos cintas para más de 7 vuelos simultáneos.
País hermoso, de fina arquitectura y playas paradisicas. A pesar de que la pobreza no es extrema, es abundante y toda la economía gira en torno al turista, al que no solo se le exprime en el pago de impuestos y retenciones sino que se le atiende de maravilla en infraestructura totalmente renovada, la mayoría estatal aunque algún segmento con participación española.
Al final del viaje familiar se dañó la cámara, por lo cual fue imposible reportar el regreso. Sin embargo aquí se hubiera podido hacer el mejor spotting, ya que tipo cinco de la tarde aterrizan los más increíbles aviones. El Tupolev 204 y el IL 96 de Cubana, el 777 de Air France, el IL 96 de Aeroflot, el A340 de Iberia, el 737 de American, el 757 de Delta y más de 3 737 de Copa.
Aquí termina el informe pero aprovecho para dejar una inquietud en torno a lo que considero de Avianca, que debería esforzarse un poco más para que sus 'nuevos' destinos sean propios y no en código compartido. Hay demasiados destinos en Centro, Suramérica y Europa que esperan por la bandera colombiana, que pienso que se ha conformado con su tradicional red de rutas.
Como ya es habitual en la conectividad de la aerolinea panameña, debimos cambiar de avión en el Aeropuerto Internacional de Tocumen.
Habiendo comprado un paquete todo incluido un precio muy favorable, teníamos Itinerario para salir de Cali el día 23 de diciembre a las 8:30 de la mañana.
La mañana estaba fría y el panorama era oscuro en Palmaseca. Servicio de primera abordo del E-190 de Aerorepública, en el que volví a coincidir con una azafata que durante el 2010 fue programada a cuatro de los cinco vuelos que tomé en esta 'desaparecida' filial colombiana.
Vuelo programado a la capital cubana a las 11:30 del medio día. La salida fue antes de lo previsto y el servicio tambien fue destacado. Tripulación total masculina que ofreció Sandwich con galletas oreo y refrescos. Cielo despejado sobre las antillas y pista congestionada en el José Martí. Ante el inminente cierre de la terminal 3 por sobreocupación de las pasarelas de abordeje, fue necesario esperar una media hora en rampa.
Sin embargo estuvimos al tanto de la situación de manos del piloto, quien segundos antes, al parecer casi pierde el control del Boeing 737-800 durante el aterrizaje.
Complicado y demorado chequeo de inmigracion aeroportuario. A pesar de no pedir visa ni sellar el pasaporte, teniendo en cuenta el contexto político es normal la tomada de foto, huella dactilar, y la espera de más de 5 minutos en un cubículo hermético casi blindado en el que deben llenarse más de 4 formularios.
La fila de equipaje extraviado alcanza las 30 personas, y la montonera para reclamar el que si ha llegado es impresionante, ya que hay solo dos cintas para más de 7 vuelos simultáneos.
País hermoso, de fina arquitectura y playas paradisicas. A pesar de que la pobreza no es extrema, es abundante y toda la economía gira en torno al turista, al que no solo se le exprime en el pago de impuestos y retenciones sino que se le atiende de maravilla en infraestructura totalmente renovada, la mayoría estatal aunque algún segmento con participación española.
Al final del viaje familiar se dañó la cámara, por lo cual fue imposible reportar el regreso. Sin embargo aquí se hubiera podido hacer el mejor spotting, ya que tipo cinco de la tarde aterrizan los más increíbles aviones. El Tupolev 204 y el IL 96 de Cubana, el 777 de Air France, el IL 96 de Aeroflot, el A340 de Iberia, el 737 de American, el 757 de Delta y más de 3 737 de Copa.
Aquí termina el informe pero aprovecho para dejar una inquietud en torno a lo que considero de Avianca, que debería esforzarse un poco más para que sus 'nuevos' destinos sean propios y no en código compartido. Hay demasiados destinos en Centro, Suramérica y Europa que esperan por la bandera colombiana, que pienso que se ha conformado con su tradicional red de rutas.