- Mar Ago 03, 2010 3:51 pm#32245
A principios de julio tuve la oportunidad de viajar a La Guajira en una excursión escolar en su mayoría integrada por estudiantes bogotanos. El grupo viajó a Santa Marta a través de Aires a un precio demasiado costoso para ser solamente BOG-SMR-BOG. Buscando una mejor oferta económica que me permitiera además enlazar con Cali elegí a el confort de los nuevos A320 de Avianca para todo el trayecto.
Como siempre, me sentí muy a gusto en el Bonilla Aragón. Un servicio cálido desde el momento del check-in hasta el abordaje. Y es de resaltar la puntualidad de nuestra aerolínea bandera. Ese es otro punto que influye en la superioridad de esta sobre Aires, a pesar de la inmensa fuerza que la compañía de bajo costo empieza a tomar.
Para los que no han oído hablar mucho del Aeropuerto de Cali queda a más o menos 13 km de Cali y 7 km de Palmira en el corregimiento de Palmaseca, el mismo en donde se ubica el gigante estadio del Deportivo Cali. Cuando construyeron el Aérodromo en los 70's se llamó Palmaseca. Hace muchos años se cambió su nombre en honor al aclamado periodista Alfonso Bonilla Aragón.
CLO-BOG
Vuelo 9204
Hora de salida: 8:30 A.M.
A mi llegada a Bogotá, descenso de último por viajar recomendado. El servicio en tierra fue de primera, pues la auxiliar me conocía: me atendió muy bien y me acompañó a desayunar. En la sala de recomendados mi encuentro fue con un prestigioso senador del cual me reservaré el nombre pero que se mostró muy interesado en hablar conmigo. Me contó de sus proyectos y sus viajes (que buena vida la de quienes frecuentan el Congreso...!).
BOG-SMR
Vuelo 9774
Hora de salida: 11:15 A.M.
Al entrar al avión me enfrenté con una tal Olga, la auxiliar más jarta que me haya tocado y que me obligó a estar sentado el resto de la operación a Santa Marta. Por suerte apareció la Jefe de Cabina, Alexandra quien era su polo opuesto y me hizo sentir muy bien atendido. Aquí unas cuantas fotos del carreteo hasta la pista 13L, la misma por donde había aterrizado tres horas antes.
Por mi experiencia en Cali y por unas cuatro veces que he estado en Bogotá durante este año, he notado que la mayor concentración de operaciones es bien temprano en la mañana o bien por la tarde. A esa hora del mediodía eran pocas las aeronaves que se encontraban en rampa.
El vuelo comenzó por itinerario, como siempre se recuerda por parte de la tripulación y a eso de veinte minutos recorridos se presentaron fuertes turbulencias en la zona del Magdalena Medio. La aproximación se realizó por el mar, supongo para evitar que pase lo que le paso al E-190 de Aerorepública hace unos dos años y el descenso por escalera debido al mantenimiento e instalación de una nueva pasarela que por lo bajita me imagino es para el Q400.
A la llegada a Santa Marta la humedad se siente demasiado alta, pero la alegría de haber llegado al límite entre la Sierra y el mar es igualmente enorme. Ese día se presentaron fuertes lluvias que obligaron a que el aeropuerto fuera cerrado y el avión de Aires en el que venía el grupo desviado a Barranquilla. Una amable atención en el centro de control de SMR por parte del personal de tierra hasta que llegaran quienes me recogían, reafirmó una vez más la veracidad de todos los eslóganes de Avianca: ¡La Aerolínea de Colombia!, ¡Aquí están pasando cosas! y ¡Con todo gusto!.
En cuanto me quede algo más de tiempo subiré más fotos.
Como siempre, me sentí muy a gusto en el Bonilla Aragón. Un servicio cálido desde el momento del check-in hasta el abordaje. Y es de resaltar la puntualidad de nuestra aerolínea bandera. Ese es otro punto que influye en la superioridad de esta sobre Aires, a pesar de la inmensa fuerza que la compañía de bajo costo empieza a tomar.
Para los que no han oído hablar mucho del Aeropuerto de Cali queda a más o menos 13 km de Cali y 7 km de Palmira en el corregimiento de Palmaseca, el mismo en donde se ubica el gigante estadio del Deportivo Cali. Cuando construyeron el Aérodromo en los 70's se llamó Palmaseca. Hace muchos años se cambió su nombre en honor al aclamado periodista Alfonso Bonilla Aragón.
CLO-BOG
Vuelo 9204
Hora de salida: 8:30 A.M.
A mi llegada a Bogotá, descenso de último por viajar recomendado. El servicio en tierra fue de primera, pues la auxiliar me conocía: me atendió muy bien y me acompañó a desayunar. En la sala de recomendados mi encuentro fue con un prestigioso senador del cual me reservaré el nombre pero que se mostró muy interesado en hablar conmigo. Me contó de sus proyectos y sus viajes (que buena vida la de quienes frecuentan el Congreso...!).
BOG-SMR
Vuelo 9774
Hora de salida: 11:15 A.M.
Al entrar al avión me enfrenté con una tal Olga, la auxiliar más jarta que me haya tocado y que me obligó a estar sentado el resto de la operación a Santa Marta. Por suerte apareció la Jefe de Cabina, Alexandra quien era su polo opuesto y me hizo sentir muy bien atendido. Aquí unas cuantas fotos del carreteo hasta la pista 13L, la misma por donde había aterrizado tres horas antes.
Por mi experiencia en Cali y por unas cuatro veces que he estado en Bogotá durante este año, he notado que la mayor concentración de operaciones es bien temprano en la mañana o bien por la tarde. A esa hora del mediodía eran pocas las aeronaves que se encontraban en rampa.
El vuelo comenzó por itinerario, como siempre se recuerda por parte de la tripulación y a eso de veinte minutos recorridos se presentaron fuertes turbulencias en la zona del Magdalena Medio. La aproximación se realizó por el mar, supongo para evitar que pase lo que le paso al E-190 de Aerorepública hace unos dos años y el descenso por escalera debido al mantenimiento e instalación de una nueva pasarela que por lo bajita me imagino es para el Q400.
A la llegada a Santa Marta la humedad se siente demasiado alta, pero la alegría de haber llegado al límite entre la Sierra y el mar es igualmente enorme. Ese día se presentaron fuertes lluvias que obligaron a que el aeropuerto fuera cerrado y el avión de Aires en el que venía el grupo desviado a Barranquilla. Una amable atención en el centro de control de SMR por parte del personal de tierra hasta que llegaran quienes me recogían, reafirmó una vez más la veracidad de todos los eslóganes de Avianca: ¡La Aerolínea de Colombia!, ¡Aquí están pasando cosas! y ¡Con todo gusto!.
En cuanto me quede algo más de tiempo subiré más fotos.