Algunas de las compañías de Aviación declinaron la oferta, dejando a cinco compañías compitiendo. Lockheed y Douglas tuvieron una reñida competencia, y al final el proyecto ganador fue el modelo 82 de Lockheed. El 23 de Agosto de 1954 voló el primero de dos prototipos YC-130A (matrícula 55-3397) desde la fabrica de Lockheed en Burbank, California hasta la base Aérea Andrews de la USAF por los Pilotos Stanley Beltz (Capitán) y Roy Wimmer (Primer Oficial). Sólo los dos primeros prototipos YC-130A (55-3396 y 55-3397) fueron construidos en la planta “Skunk Works” de Lockheed, el resto de los producidos hasta el día de hoy se han fabricado en Marietta, Georgia.
El modelo de producción inicial fue el C-130A con motores turboprop Allison T56-A-9 con hélices de tres palas; de estos se ordenaron 219 ejemplares. El primer ejemplar de serie voló el 7 de Abril de 1955. Las entegas comenzaron en Diciembre de 1956. El modelo siguiente, el C-130B, entró en servicio en Junio de 1959 y tenía nuevos motores Allison T56-A-7 con hélices de 4 palas, capacidad de combustible aumentada y un tren de aterrizaje reforzado. A algunos C-130A les fueron adaptados Skies y equipos para operaciones en el Ártico, esos fueron re-bautizados como C-130Ds; fuera de los equipos, también les adaptaron sistemas de despegue asistido por cohetes (JATO – Jet Assisted Takeoff) y más capacidad de combustible. Algunos C-130A fueron artillados con armas de 20mm y 7.62 y participaron en la guerra de Vietnam. También tenían sensores, FLIR (Forward Looking Infra-Red), sistemas de adquisición de blancos, entre otros sistemas.
El C-130E es un desarrollo del modelo C-130B que comenzó a operar en Abril en 1969. Se aumentaron el rango, la capacidad de combustible y los pesos máximos. Se adaptaron tanques auxiliares en las alas y se introdujeron nuevos motores Allison T-56-A-7A con mayor potencia. Se ordenaron 369 de estos modelos. El modelo C-130H fue basado en el C-130E pero con varias modificaciones importantes. Para iniciar, de nuevo se actualizaron los motores por unos Allison T56-A-T5, se rediseñó el ala y se actualizó la Aviónica, entre otros cambios menores. El modelo C-130H comenzó a volar a mediados de la década de los 70 y ha sido el modelo más vendido de la saga; para finales de 1979 se habían ordenado más de 565 unidades.
Varios submodelos fueron producidos después para distintos roles y distintas Fuerzas Militares, hasta llegar al actual C-130J “Super Hercules”, el único modelo que sigue en producción. Al igual que la mayoría de Aviones que han durado varios años en producción, el C-130J es similar exteriormente a los Hercules de siempre, sin embargo, sus sistemas, materiales y capacidades son muy distintos. El C-130J utiliza motores Rolls-Royce Allison AE2100 con hélices de 6 palas construidas con materiales compuestos, Aviónica digital (incluidos sistemas HUD para ambos Pilotos), reducción del número de tripulantes y reducción en los costos operativos. Se puede adquirir con el largo original o con una versión alargada denominada C-130J-30. El cliente de lanzamiento del C-130J fue la Royal Air Force (RAF) con una orden de 25 unidades que comenzaron a ser entregadas en 1999. Más de 180 C-130Js han sido ordenados.
El Lockheed C-130 Hercules, inicialmente concebido como un Avión de transporte, se ha convertido en uno de los Aviones militares más versátiles que se han creado. Sus roles son muy variados: se usa para Transporte, Comunicaciones, Operaciones de Artillería, Comando y Control, Guerra Electrónica, Patrulla Maritima, Soporte Ártico, Operaciones Especiales, Abastecimiento en Vuelo, Búsqueda y Rescate, Reconocimiento Meteorológico, Evacuaciones Aeromédicas, Avión-Hospital, entre otros. Incluso ha aterrizado en Porta-Aviones. Son famosas algunas operaciones del Hercules como el ataque a Entebbe (Uganda) por parte de un comando Israelí que pretendía rescatar a 103 pasajeros que estaban secuestrados por terroristas Palestinos y Alemanes, entre otras notables participaciones.
El Lockheed C-130 fue el tercer Avión (después del Electric Canberra en Mayo de 2001 y el Boeing B-52 Stratofortress en Enero de 2005) en alcanzar 50 años de operación continua con su primer operador, al cumplirse 50 años de la primera entrega a la USAF en Diciembre de 2006. Fuera de esto, es el Avión Militar que más ha estado en producción, cumpliendo más de 50 años de continuo desarrollo y siendo también el transporte militar más exitoso desde el C-47 (basado en el venerable y noble DC-3). Existe también una versión civil basada en el C-130H llamada Lockheed L-100, que es usada en terreno no preparado por las Naciones Unidas y por otras Aerolíneas como Lynden Air Cargo.
En Colombia el Lockheed C-130 comenzó a operar en 1968 con la adquisición de los primeros ejemplares C-130B a la Real Fuerza Aérea Canadiense. Se adquirieron tres, dos se perdieron en accidentes y fueron reemplazados por dos unidades C-130H (FAC-1004 y FAC-1005) en 1983; después se adquirieron más unidades C-130B y otra unidad C-130H (FAC-1015) negociada entre el gobierno de Colombia, Lockheed y el gobierno de Italia. Estos Aviones transportan tropas a todos los rincones del país, ayuda humanitaria, carga entre las diferentes bases e incluso uno ha sido adaptado como Avión Hospital. El FAC-1004 transportó a 56 ciudadanos Colombo-Libaneses que escapaban del conflicto entre Israel y Hezbollah, desde Siria hasta Colombia, en Agosto de 2006.
Especificaciones:
Pasajeros: 92. Configurable según se necesite.
Rango: 6200 km (C-130B). 8260 km (C-130H).
Velocidad de Crucero: 540 km/h.
Máxima Altitud de Vuelo: 33000 pies (10000 metros).
Máximo Peso al Despegue: 61235 kg (C-130B). 70306 kg (C-130H).
Lugar de Construcción: Marietta, Georgia, Estados Unidos.
Ala – Escuadrón – Base:
Lockheed C-130H perteneciente a la Fuerza Aérea Colombiana matricula FAC-1004 en el Aeropuerto Internacional José María Córdova de Medellín (Rionegro)
Piloto Comercial de Avión – PCA, entusiasta de los viajes, la fotografía y ávido lector. Apasionado de la fotografía de aviación (spotting), actividad que lo ha llevado a recorrer el mundo persiguiendo aviones incluso en los países menos imaginados. Ha logrado posicionarse como uno de los spotters más reconocidos de Latinoamérica.
Su pasión por la aviación, la fotografía y la escritura le ha permitido ser publicado en varias revistas a nivel mundial.