Un vuelo en un clásico de la aviación siempre será una experiencia única, más aún cuando es en un avión con características de vuelo bastante especiales y si se le añade que es el único volando en Colombia y que apoya una causa social, el vuelo realmente será único. Así es la experiencia de remontarse al aire en el Globe Swift.
El Globe Swift de matrícula N3800K, que el público que asistió hace casi un año a la F-air 2011 pudo apreciar de cerca, es volado por James Cummiskey, un piloto de Estados Unidos que encontró en Medellín una tierra especial para radicarse. El piloto y su avión llegaron a nuestro país desde Alaska y la aeronave es el único en su tipo presente en la aviación colombiana.
Pensado para ser un avión ejecutivo después de la Segunda Guerra Mundial, este modelo fue producido entre 1946 y 1951. Con aproximadamente 300 ejemplares aún operativos en el mundo, el Globe Swift une a cientos de pilotos en una Fundación de carácter mundial dedicada exclusivamente a mantener y preservar este pequeño avión y su legado.
Volando
Luego de encender su motor Continental IO-360, quien esté a los mandos podrá experimentar de primera mano lo que es controlar un avión con rueda de cola, una característica especial que agrega un importante grado de dificultad al rodaje, ya que obliga a quien esté al mando a ir de lado a lado para lograr ver hacia adelante, debido a que el motor bloquea la vista directa hacia el frente. El Swift hace honor a la frase “un avión con rueda de cola no se termina de volar sino hasta cuando se llega al hangar”. Pero luego de unas cuantas idas y venidas, es posible controlar con algo de pericia el avión en tierra mientras se rueda al punto de despegue.
Alineados en la pista, con la autorización para despegar, una rápida aceleración lleva al avión sin problemas hasta los 40 nudos, momento en que la rueda de cola se separa de la tierra. 20 nudos más de velocidad y las ruedas del tren principal dejan el suelo. Con un rápido movimiento para retraer el tren de aterrizaje, comienza una travesía por el aire en un avión construido hace más de 60 años.
Para el primerizo, estar tras el control de una aeronave de más de 60 años que se maneja como si fuera nueva, es sin duda algo novedoso y especial. La oportunidad es única y la sensación de volar, que para el amante de la aviación nunca será igualada, se torna más agradable dentro de este pequeño avión que ofrece además una muy buena visual del paisaje que sobrevuela.
El Swift es conocido por ser capaz de hacer rollos rápidos y un poco de acrobacia no hace mal al cuerpo; luego de algunos rollos bastante rápidos, se regresa a la actitud de vuelo normal para continuar el viaje.
El avión tiene una buena sensibilidad en los controles, lo que lo hace interesante para un piloto experimentado, esto sumado a su condición de avión con rueda de cola. La aproximación al campo se hace sin inconvenientes y nuevamente las pequeñas sacudidas producto de las condiciones son ajustadas poco a poco con los pedales, la cabrilla y la potencia.
Con la configuración completa de aterrizaje, el avión toma tierra con el tren principal aproximadamente a 60 nudos y nuevamente la práctica de rodar yendo de lado a lado se pone en marcha hasta llegar al hangar, donde verdaderamente finaliza un vuelo muy especial.
Volando por una buena causa
Los ingresos obtenidos en los vuelos recreativos son destinados al Hogar de San José, para que continúe su labor en beneficio de niños sin recursos de la ciudad de Medellín y que se encuentran en estado de abandono. El Hogar les provee de vivienda, alimentación, educación formal y espiritual, así como recreación y salud.
El N3800K
Construido en 1946 con el serial 1493, el avión es un Globe Swift GC-1B equipado con un motor Continental IO-360 capaz de volar de 145 nudos de crucero. Es un avión pequeño diseñado para dos personas y sus dimensiones son: largo 6.35 m., envergadura 8.94 m., alto 1.88 m. y área alar 12.3 m2.
El proyecto para desarrollar el Swift comenzó en el año de 1940, sin embargo la Segunda Guerra Mundial obligó a su diseñador, R.S. “Pop” Johnson, a detener la construcción de la aeronave, que se reemprendió sólo hasta el año de 1946.
Fotos: Javier Franco TOPPER