Recorrimos cuatro puntos clave en las obras que se adelantan en el aeropuerto El Dorado de Bogotá: la ampliación del edificio de pasajeros, la demolición de la torre de control y edificio antiguos, los trabajos en la pista norte, y la construcción de nuevas calles de rodaje. Así van los trabajos que aumentarán la capacidad de la terminal aérea.
El presidente de la Agencia Nacional de Infraestructura ANI, Luis Fernando Andrade, encabezó la delegación de la entidad que inspeccionó las obras, acompañados de personal de OPAIN en cabeza de su gerente, Andrés Ortega. Junto a ellos recorrimos estos cuatro puntos clave en las obras que se adelanta hoy en el aeropuerto El Dorado.
La ANI, como encargada de administrar la concesión de El Dorado, vigila regularmente los trabajos que llevan a cabo OPAIN, encargado de las edificaciones y plataformas, y CODAD, encargado de las pistas y calles de rodaje. Se trata de un trabajo articulado entre la empresa privada y la pública que, en el segundo caso, está en manos de la Aerocivil.
A continuación presentamos un detalle del recorrido por los cuatro puntos mencionados, con imágenes en detalle indicando la posición y dirección de la vista para mayor claridad.
Ampliación de edificios
Los visitantes al aeropuerto podrán observar edificios en construcción, son, tal vez, las obras más visibles y que tendrán importante impacto en el día a día de los viajeros. Los crecimientos se contemplaron desde un comienzo dentro del proyecto del aeropuerto, estipulado como un diseño con capacidad de ampliarse con base en las necesidades. Lo que hoy se construye tiene una inversión de $425.000 millones de pesos por parte de OPAIN.
Del lado internacional se está alargando el edificio hacia el occidente con una infraestructura de 17.000 metros cuadrados repartidos en tres niveles. Allí se ubicarán nuevas salas de abordaje y áreas comerciales, con una zona de restaurantes localizada de forma “flotante” adyacente a la nueva obra. Tendrá tres posiciones de toma de contacto para aviones de gran tamaño, que pueden ser flexibilizadas para seis aviones medianos. El avance en esta zona es del 40%.
Se trabaja además en 14.200 metros cuadrados de plataforma adicional en una zona donde se ubicaban posiciones de estacionamiento remotas que a futuro pasarán más al occidente, una vez desaparezcan las actuales instalaciones de mantenimiento de Avianca. La mudanza de las instalaciones que ocupa la aerolínea ya ha empezado al nuevo centro de mantenimiento que construyó la empresa en el aeropuerto José María Córdova de Rionegro.
Obras en aeropuerto El Dorado de Bogotá
Del lado nacional se está ampliando el edificio en la esquina suroccidental de la actual estructura. Serán 31.000 metros cuadrados de nuevos espacios repartidos en cuatro niveles que se conectarán al edificio existente con una pasarela. La ampliación contará con dos puntos de contacto para aeronaves y 20.500 metros cuadrados de plataforma. El avance de estas obras hoy es del 27%.
Se ubicarán salas de espera, negocios comerciales, áreas públicas, una plaza de comidas de características similares a la que ya tiene el aeropuerto, una sala VIP de 3.000 metros cuadrados, y las oficinas operativas de Avianca que hoy se ubican en el Puente Aéreo. Con esta última parte se inicia el traslado de las oficinas de la aerolínea de esta zona hacia el nuevo edificio, con el objetivo, a mediano plazo, de que el Puente Aéreo sea dedicado exclusivamente a aerolíneas como VivaColombia, Easyfly y Satena.
Demolición del edificio y torre de control antiguos
Luego de largo tiempo de debate que ralentizó el proceso de demolición de esta estructura, por cuenta de la demora en la puesta en operación de la nueva torre de control, finalmente comenzó hace varias semanas la desaparición paulatina del que fue el edificio principal del aeropuerto durante casi medio siglo.
Se tomó la decisión de adelantar la demolición por método manual, empleando maquinaria pesada para deshacer las estructuras más fuertes. Poco a poco, la torre de 12 pisos va perdiendo altura, mientras que el edificio va reduciendo sus dimensiones. Todo el proceso de demolición de los 38.600 metros cuadrados de infraestructura estaría listo para octubre de 2016.
Al mismo tiempo, se trabaja en la adecuación de la plataforma. Sin el edificio antiguo se liberarán 25.000 metros cuadrados que ya se adecúan con redes subterráneas. Allí se localizarán seis posiciones de contacto nuevas. Hoy ya han llegado al aeropuerto cinco puentes de abordaje y cuatro de ellos ya están preinstalados.
El edificio, que fue emblemático por muchos años, desaparecerá por completo y solo se conservará el antiguo letrero en letras amarillas de “EL DORADO” que adornó la fachada por muchos años. Este letrero ya está en manos de la Aeronáutica Civil.
Pistas
De parte del concesionario CODAD se adelantan trabajos en la pista norte. De los 3.800 metros de longitud con que cuenta, hoy tiene disponibles 2.700 en razón a que se adelantan obras en la zona de la cabecera 31R. El trabajo incluirá la repavimentación de toda la longitud de la pista por un valor de $13.000 millones de pesos y se espera que concluyan el 15 de julio. El avance en repavimentación hoy es de 42%. CODAD también trabaja en la adecuación de las áreas adyacentes a la pista con miras a alcanzar los estándares internacionales de certificación establecidos por la OACI.
Pero tal vez la obra de mayor impacto sea la construcción de una nueva calle de salida rápida. Desde su edificación en 1959, la pista norte contó con cinco calles de rodaje, aumentadas tiempo después a seis. Sin embargo, la configuración de estas presenta un obstáculo para la operación actual, ya que sus ángulos y ubicación obligan a las aeronaves a salir de la pista a bajas velocidades, lo que incrementa el tiempo de ocupación y reduce la efectividad.
El proyecto espera reducir en cerca de 20 segundos el tiempo promedio de ocupación en pista de una aeronave que ha aterrizado, lo que se traduciría en un incremento de la capacidad a 100 operaciones por hora.
Calles de rodaje
Además de la calle de salida rápida que se construye en la pista norte, se adelanta una obra importante del lado sur. Hacia la cabecera 13R existe el recinto de prueba de motores, una infraestructura de alta tecnología que permite que las empresas hagan procesos de mantenimiento y pruebas de motores bajo condiciones de seguridad idóneas y que no restringen la operación ni causan afectación de ruido a las zonas aledañas. Anteriormente estas pruebas se hacían en las cabeceras de las pistas, lo que reducía la operatividad del aeropuerto e incrementaba los niveles de ruido a sus vecinos.
Sin embargo, actualmente los aviones que se desplazan a esta zona lo hacen remolcados, por lo que su velocidad es menor a la de los aviones que se mueven por el impulso de sus motores y que se dirigen a la cabecera 13R para despegar. Adicionalmente, cuando un avión finaliza pruebas, debe dirigirse por la misma calle de rodaje hacia su punto de estacionamiento, en una maniobra que regularmente va en contravía del flujo habitual, por lo que es necesario detener el tránsito de aviones que van a despegar para permitir el recorrido de la aeronave que sale de prueba.
Este cuello de botella se pretende solucionar con la construcción de una calle de rodaje paralela a la actual que sirve de vía para los aviones que van al recinto de prueba de motor, y para los que van a despegar, y denominada M (Mike). La nueva calle, llamada M2 (Mike 2), conectará la zona de prueba de motores directamente con la calle de rodaje S (Sierra) en cercanías a los edificios del aeropuerto. Con esto se espera aumentar la capacidad de la calle de rodaje M y, por ende, reducir los tiempos de ocupación de la pista sur.
Adicionalmente se construirá una calle perpendicular que conectará la M2 con la cabecera 13L, lo que dará vía a las aeronaves que se dirijan al recinto de prueba de motores desde la zona noroccidental del aeropuerto. Esta calle, llamada U2 (Uniform 2), y la calle M2, implican la construcción de nuevas rutas perimetrales para vehículos dentro del aeropuerto.
Hoy en día existe una ruta que sirve de acceso vehicular a la zona de aviación general y a las instalaciones aéreas de la FAC, Ejército, Armada Nacional y Policía Nacional. Esta vía tendrá que ser modificada. Hacia el extremo occidental del aeropuerto, y entre las dos pistas, también se construirá un nuevo túnel vehicular que estará debajo de la calle U2, lo que permitirá el desplazamiento de vehículos hacia la salida occidental del perímetro del aeropuerto.
Las obras de todas las calles de rodaje responsabilidad de CODAD tienen un valor de $113.000 millones de pesos y, en conjunto, han avanzado un 38%. No todas las calles que se construyen son responsabilidad de CODAD. Un tramo de la calle M2 es construido por la Aerocivil, por lo que ambas obras deben conectarse en un punto. El avance por parte de CODAD en la construcción de M2 y U2 es del 20%.
Todas estas obras alcanzan una inversión cercana a $1billón de pesos colombianos y se estima que estén terminadas en el 2017, con lo que el aeropuerto aumentará su capacidad de movimiento de pasajeros y mejorará los tiempos de operación de las aeronaves.
A futuro se contemplan más ampliaciones. Del lado internacional, el alargamiento del edificio hacia el occidente una vez desaparezca la totalidad de instalaciones de mantenimiento de Avianca, lo que terminaría por conectar el edificio nuevo con el actual Puente Aéreo. Se contempla que toda la zona nacional se puede ampliar más hacia el occidente, sin embargo sería una obra a realizar con base en el crecimiento del aeropuerto y que implicaría el traslado de la actual zona de almacenamiento de combustibles.
A largo plazo se espera ampliar la pista norte en 825 metros, con sus calles de rodaje asociadas, así como la construcción de nuevas calles de rodaje que conecten las dos pistas. A esto se suma el proyecto de construcción del aeropuerto El Dorado 2, que busca descongestionar el actual aeropuerto. El Dorado 2 se ubicará al occidente de El Dorado existente y estaría conectado a este por una vía férrea de alta velocidad.