Para 1953 la empresa SOTA ofrecía servicios regulares entre Cali y el puerto de Buenaventura. Así se describía el servicio en la Guía Turística de Cali de ese año:
“El viaje en avión, en maquinas de la empresa SOTA, aprobadas por la Aeronáutica Civil y manejadas por expertos aviadores, en una duración de vuelo de treinta minutos, dando lugar para apreciar la riquísima región del Valle del Calima, de una gran potencialidad forestal, que está en proceso de colonización. Los aviones de SOTA, atraviesan la Cordillera Occidental por la población de La Cumbre, volando sobre paisajes de incomparable belleza, que hace supremamente interesante el recorrido por el aire, ya que se pueden apreciar en conjunto toda la majestad del Valle de Cauca y de lindos paisajes al tomar aterrizaje en el Guabito”
El aeropuerto de El Guabito, de la Fuerza Aérea Colombiana autorizaba la entrada de líneas aéreas privadas, como LANSA y VIARCO. Estaba ubicado a siete minutos de la ciudad de Cali y SOTA ofrecía el servicio de transporte terrestre en lujosas camionetas que conducían a los pasajeros al centro de la ciudad, los hoteles o las residencias particulares.
Para ese año, SOTA ofrecía las rutas de Cali a Buenaventura y de Cali a Pasto. De igual manera se inauguraron servicios en una nueva ruta a la Costa del Pacifico, región considerada como emporio de riquezas, así como lugar turístico de enorme atracción. Los vuelos diarios desde Buenaventura unían al puerto con Condoto, Itsmina, Tumaco, Guapi y Barbacoas, utilizando hidroaviones, que estaban habilitados para acuatizar tanto en la océano como en los ríos.
Con la apertura de la nueva ruta, SOTA quería cubrir una región colombiana, que hasta entonces se encontraba totalmente aislada del desarrollo y progreso del país. SOTA ofrecía desde entonces un servicio desde Cali a la Costa del Pacifico con un servicio diario de transporte aéreo, para pasajeros, carga y correo.
Se tiene conocimiento que los equipos utilizados para los vuelos desde Cali eran de tipo Noorduyn Norseman UC-64 A, monomotor de fabricación canadiense, con capacidad para 8 pasajeros. El primero, fue adquirido en Panamá y matriculado con HK-256 y el segundo, adquirido a la empresa AEROTAXI, con matrícula HK-706. Se presume que para los servicios desde Buenaventura se utilizara un avión PBY Catalina.
Desafortunadamente, no se tiene más información sobre esta empresa vallecaucana. Sólo se sabe que poco tiempo después, los aviones Norseman fueron vendidos a otras líneas aéreas en el año 1956.
Jaime Escobar
Noviembre de 2011