Icono del sitio volavi

Escuela Militar de Aviación EMAVI

¿Cómo es el proceso de incorporación como Oficial Bachiller a la Fuerza Aérea Colombiana?

Escuela Militar de Aviación – EMAVI –
“MARCO FIDEL SUAREZ”

Su misión básica es la formación militar, profesional y humana de los oficiales de la Fuerza Aérea Colombiana. Para optimizar esta tarea, los programas se actualizan de forma permanente, lo mismo que las técnicas y conocimientos aeronáuticos.

La intensa preparación militar y académica responde a los requerimientos que el oficial de la Fuerza Aérea debe asumir desde su desempeño profesional, y se traduce en mejor empleo de los recursos asignados a la Fuerza Aérea, y en mayor agilidad y eficiencia para atender sus responsabilidades operativas.

La formación militar y la superación académica constituyen desafíos permanentes del cadete.

Breve Reseña Histórica

(Tomada y adaptada de la página oficial de EMAVI)

EMAVI Escuela Militar de Aviación – Rampa de Paradas

La creación de la Fuerza Aérea Colombiana se remonta al 31 de diciembre de 1919, cuando el Presidente de la República, don Marco Fidel Suárez, sancionó la Ley 126 que introdujo la aviación militar en el país. Pero fue tan sólo hasta el 15 de febrero de 1921 cuando se dio inicio al primer curso de vuelo, en la entonces Escuela de Flandes (Tolima). Entre sus nueve alumnos figuraba el Mayor Félix Castillo, quien, a la postre, realizaría el primer vuelo solo de nuestra historia.

El 21 de septiembre de 1933, la Escuela se trasladó definitivamente a la hacienda El Guavito de la ciudad de Cali. En diciembre de ese año se graduó el curso No. 3 que se había iniciado en Madrid (Cundinamarca). En estos primeros años de aviación militar, se contó con el invaluable apoyo de varias misiones aéreas extranjeras, contratadas para cimentar la doctrina de instrucción y entrenamiento de nuestros pilotos; estas fueron: dos misiones francesas, una suiza, una alemana, una cubana y finalmente una estadounidense. Entre 1935 y 1955, la Escuela adoptó el nombre del piloto comercial Ernesto Samper y a partir de 1936 toda la preparación y operación de la aviación militar quedó en manos de militares colombianos. Los primeros aviones militares en llegar al país fueron los Caudron G3, G4 y Nieuport Dela-ge. En septiembre de 1932, cuando se inició el conflicto con el Perú, nuestra aviación contaba apenas con 16 aviones y al término del mismo, habiendo conseguido la victoria, el inventario superaba los 60.

En 1954 llegaron los aviones entrenadores Mentor T-34, los cuales se sometieron a un trabajo completo de reconstrucción y modernización en 1992; en 1968 se adquirieron los aviones de entrenamiento primario “Mescalero T-41”, y en 1983 los dos primeros planeadores. El programa de entrenamiento de vuelo se reforzó en 1992 con la llegada de los modernos turbohélice Tucano T-27, apoyando los ya existentes T-37.

Con la aprobación que el Icfes le otorgó a EMAVI como Institución de Educación Superior, en 1996 se graduó la primera promoción de Administradores Aeronáuticos y en enero de 2001 comenzó el primer curso de ingenieros Mecánicos. A estas dos carreras, se le sumaría más tarde, en el 2003, el primer curso de Ingenieros Informáticos, a graduarse en el año 2006.

En enero de 1997 se abrió una nueva página en nuestra historia con la iniciación del primer curso para oficiales femeninos de escuela, celebrándose la graduación de las primeras mujeres piloto militares colombianas, el 6 de diciembre de 2000.

 

Vida en la Escuela

Por Pablo Andrés Ortega Ch. Ex-Cadete Curso 79 FAC

Introducción tomada de la página oficial de EMAVI.

NOTA ACLARATORIA: Los datos e información aquí consignados provienen de experiencias personales transcurridas durante el año 2003, y actualizadas de cierta manera con relatos de años posteriores. La realidad de esta información está sujeta a cambios debidos a las regulaciones y reglamentaciones propias de la Escuela(en su búsqueda por una vida más académica orientada al conocimiento), y dependen netamente de las políticas de los comandantes de la Fuerza y de EMAVI, por lo que algunos datos pueden tornarse inconsistentes al paso de los años. Esta reseña, tiene un valor histórico e informativo de lo que, de manera general, representa la vida como cadete militar de la Fuerza Aérea Colombiana, y refleja la realidad vivida por la escuela durante los inicios del presente siglo, más no pretende demostrar de manera exacta la realidad actual de la vida en la Escuela, aunque los datos aquí consignados tengan un ámbito general en lo que ha sido la formación de Pilotos Militares a lo largo de la historia de nuestra Fuerza Aérea.

Para llegar a ser oficial de la Fuerza Aérea Colombiana, los jóvenes aspirantes deben superar un proceso intenso de formación integral a lo largo de cuatro años de plena dedicación en la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez, en la ciudad de Cali.

Formarse integralmente implica recibir una educación universitaria de alto nivel académico, tener la dedicación y la constancia para asimilar todas las costumbres y forma de vivir del militar, significa aportar el sacrificio y la disciplina de un buen deportista, demostrar la rectitud, lealtad y amor por la patria de un verdadero colombiano, tener espíritu de superación, fortaleza de carácter, y la constancia de aquel que quiere sentir el orgullo de portar con honor el glorioso uniforme azul de nuestros caballeros del aire.

Primer año:

La incorporación de los cadetes para los cursos de oficiales, en cualquiera de las especialidades, se hace durante los primeros días del mes de enero de cada año. En promedio ingresan entre 100 y 150 cadetes, cuidadosamente seleccionados entre un grupo de aproximadamente más de 2000 aspirantes. Lo primero que se hace es la ceremonia de incorporación, donde los cadetes de la escuela reciben a los aspirantes. Es el primer contacto con el protocolo militar, que tienen los recién llegados. Posteriormente, se procede con la asignación de los dormitorios y las escuadras a cada alférez. Son los cadetes de cuarto año, o alféreces, los encargados directamente de la formación militar de los nuevos cadetes. A esta tarea se suman lo oficiales del Grupo Cadetes, quienes guiarán a los alféreces en su desempeño como encargados del Grupo y la ejecución de su mando.

En general, la escuela está dividida así: cada cadete pertenece a una escuadra, de entre 5 y 10 cadetes, dependiendo del número de cadetes de cada curso, asignados a un alférez. Esta escuadra a su vez, pertenece a un Elemento, de unas 5 – 7 escuadras, que está asignado a un Escuadrón. Por lo general, existen 3 o más elementos por escuadrón, y la asignación de los cadetes se hace en estricto orden alfabético(en la mayoría de los casos). Los Escuadrones reúnen a todos los cadetes del mismo año. El Escuadrón Delta, para los cadetes de primer año, Charlie segundo año, Bravo tercer año y Alfa para los alféreces que no están asignados a cualquier otro de los 3 Escuadrones. Dichos alféreces no tienen escuadras asignadas bajo su mando, pero tienen completa autoridad sobre todos los cadetes de años inferiores. Cada Escuadrón pertenece a un Grupo, en este caso el Grupo Cadetes. Los diferentes Grupos, de vuelo, cadetes, académico, etc., componen todo el personal asignado a la Escuela Militar de Aviación, y sus diferentes instalaciones.

Los tres primeros meses en la escuela son, para algunos, los más duros de soportar. El aspirante se somete a largas jornadas de entrenamiento militar y académico-militar, donde se le enseña la doctrina  y organización de la Fuerza y las demás entidades militares del estado; orden cerrado, donde aprende toda el protocolo militar, se aprende a marchar, a saludar, y a comportarse militarmente, entre otros; en general, aprende a vivir como un verdadero militar. Dentro de este entrenamiento se incluye un “terreno”, o entrenamiento militar de campo, que se lleva a cabo en otra base militar, por lo general Palanquero o Tolemaida, donde los aspirantes se someten a 8 extenuantes días de entrenamiento militar, con diferentes actividades, desde polígonos de reacción, hasta rapel y técnicas de supervivencia. En dicho “terreno”, son los nuevos cadetes los encargados de construir sus propios “cambuches”, a la intemperie, donde pasarán las cortas noches que los ayudarán a volverse más fuertes de carácter y los prepararán para posibles futuras situaciones, donde deberán poner en práctica lo aprendido durante estos días de entrenamiento. Finalizando este período de instrucción inicial, los cadetes son sometidos a una revista militar por parte de oficiales de la fuerza, de altos rangos, quienes deciden si el curso está o no apto militarmente para continuar con su formación.

Una vez terminadas estas actividades, los aspirantes hacen el juramento a la bandera y la patria, y se les hace la entrega de armas, por parte de un familiar, como símbolo de que han tomado la decisión de servir a la patria, y si es necesario, morir por ella. Cabe mencionar que esta entrega de armas es la entrega oficial, porque el cadete recibe su fusil, un M-16 (anteriormente se les dotaba de un mucho más pesado G3), mucho antes del juramento para aprender a usarlo, limpiarlo, armarlo y desarmarlo. Esta entrega de armas, es para muchos, una de las ceremonias más sublimes en el transcurso de la vida del militar.

EMAVI Juramento de Bandera Curso 79 de Oficiales

 

Después de haber jurado lealtad, los cadetes empiezan su fase de instrucción académica universitaria, en donde se forman en alguna de las tres carreras disponibles: Administración Aeronáutica, Ingeniería Mecánica o Ingerniería Informática. De aquí en adelante la vida del cadete de primer año se ve envuelta entre su formación universitaria y la consolidación de su carácter y formación militar. Para esto, se realizan reentrenamientos militares anuales, por lo general al empezar el año y al regresar de las vacaciones de mitad de año. Gran parte de la vida como cadete se dedica al deporte y la formación física. Durante las tardes del periodo académico, todos los cadetes atienden al deporte de su preferencia y pueden formarse, entre otras disciplinas, en: Tenis de campo, tenis de mesa, pentatlón, esgrima, tiro, baloncesto, fútbol, artes marciales, water-polo, entre otros. Los alféreces son los encargados de transmitirle la doctrina y costumbres militares al cadete de primer año, y de moldearlo al estilo de vida requerido por la Fuerza Aérea.

Los CD1 son los encargados de prestar, prácticamente, todos los servicios del Grupo Cadetes, a excepción de los que están reservados para los CD3 y Alféreces. Se prestan servicios de centinela, diurno y nocturno, y cadete corneta: Cadete de Servicio, asignado a alguna de las dependencias del Grupo Cadetes, y encargado de su aseo, presentación y seguridad durante todo el día, esto es, desde las 0530 que se recibe el puesto, hasta las 2230 que se entrega, aproximadamente. A los Cadetes de Servicio les recibe el puesto el Centinela, que se encargará de la seguridad nocturna del puesto, en alguno de los tres turnos disponibles. El Cadete Corneta es el encargado de realizar el toque de la famosa “Diana”, y los toques respectivos indicados por el Alférez de Servicio, para las formaciones, pasadas al comedor, relaciones(formaciones especiales para tratar temas pertinentes a cada escuadrón), etc.

Todos los servicios se prestan con uniforme camuflado y con fusil, por tratarse de servicios de vigilancia, a excepción del Corneta que no lleva armamento. Los cadetes en servicio, portan un brazalete para distinguirlos, y deben reportarse a cualquier superior que ingrese a su dependencia, esto es, desde un Alférez, hasta el oficial de mayor rango.

Adicionalmente, se encuentra la Reacción Inmediata, o R.I. que es un grupo de  8 cadetes, siempre portando camuflado y armamento, encargados de reaccionar de manera inmediata si la base se encuentra bajo amenaza o reacción. Los cadetes son comandados por un Alférez asignado a dicha tarea, y tienen unos puestos y procedimientos de reacción preestablecidos que deben conocer de manera exacta. Este servicio se presta durante una semana, no se tiene derecho a turno de salida, y se debe permanecer todo el tiempo, incluyendo el académico, en uniforme camuflado y con armamento.

En  general, un cadete de primer año puede prestar varios servicios semanales, dependiendo del número de integrantes de su curso y de los servicios disponibles. Los cadetes con turnos en fines de semana, no pueden hacer uso de las salidas, cuando estas son autorizadas.

El uniforme de diario, después de los 3 primeros meses, para asistir al académico(instalaciones académicas) es el No 4, o el conocido uniforme azul. En las tardes, durante la jornada deportiva se usa el uniforme de deportes, y después de las 1800 en adelante, se usa camuflado. Por lo general hay un día (miércoles, opcionalmente) de la semana académica que todo el personal debe portar uniforme camuflado.  Durante los fines de semana normalmente se porta camuflado, y uniforme de deportes para las tareas de aseo, al igual que para los reentrenamientos. El uso de los otros uniformes está designado para las ceremonias y ocasiones especiales.

El primer año, y el más difícil de los cuatro, termina dejando a su paso un cadete lleno de ilusiones y enseñanzas, listo para ingresar a su segundo año de formación, donde deberá ser el ejemplo de los nuevos aspirantes, y por tanto, será el año en donde más se le exija.

Segundo Año:

El cadete de segundo año regresa a la escuela, después de sus vacaciones de fin de año, siendo, todavía, un cadete de primer año, a excepción de los demás cadetes que ya han sido todos ascendidos. El derecho a ascender a CD2 se lo ganará solamente cuando en la escuela se hayan incorporado los nuevos aspirantes, y se lleve a cabo una “ceremonia” especial, muy privada, siguiendo la tradición de la escuela y el grupo cadetes. Cabe mencionar que los cadetes antiguos, es decir, CD2, CD3 y Alféreces, regresan a la escuela unos días antes que los aspirantes para ordenar el grupo y realizar las acomodaciones del caso para el recibimiento de los nuevos aspirantes.

Una vez el CD2 ha obtenido su nueva designación, obtiene nuevos privilegios, de los cuales no gozaba cuando era un cadete de primer año, como la posibilidad de transitar por corredores, que antes eran prohibidos, y caminar libremente por las plazas de armas, esto es, sin necesidad de caminar en cuadro, o por los bordes.

En cuanto a los servicios, los CD2 prestan los mismos servicios que los CD1, pero en menor número y con turnos más favorables.

Este es el año en que más se exige a los cadetes, pues deben ser el ejemplo de los nuevos aspirantes. La formación académica y militar continúa igual, y al finalizar el año, los CD2 deben estar listos para su ascenso al mejor año de la escuela.

 Tercer Año:

Para muchos, este es el mejor año de la escuela. La exigencia sigue siendo muy fuerte, pero ahora se goza de más privilegios, y el cadete ya tiene la práctica suficiente para ser más ágil en lo que a la vida militar respecta. Los CD3 son, por lo general, los primeros en pasar al comedor, pues los alféreces pasan con sus escuadras, y además, no tienen cadetes bajo su mando, lo que les libera un poco de las responsabilidades y, en general, les da más tiempo para realizar las actividades de la vida académica y militar. Los permisos de salida son ahora mucho más factibles, pues los servicios son delegados a los CD1 y CD2, y los CD3 deben encargarse de menos servicios, dejando más vacantes para los turnos de salida. Ahora los oficiales están pendientes de los aspirantes, del ejemplo que los CD2 deben dar, y los Alféreces están ocupados formando sus escuadras de CD1, por lo que los CD3 tienen un poco más de libertad. En consecuencia, tienen más tiempo para dedicar al estudio y al descanso, y algunos aprovechan para empezar a realizar sus trabajos de grado.

Anteriormente la fase de vuelo se iniciaba en este año, en el avión de entrenamiento primario T-41 Mescalero, pero por nuevas disposiciones, ahora sólo se comienza a volar una vez se gradúe de las escuela, es decir, como Subteniente de la Fuerza.

En este punto, al finalizar el año, el cadete está listo para ascender a su primer rango militar (los rangos de CD1, CD2 y CD3 no son considerados rangos “oficialmente” militares), el rango de alférez, donde deberá asumir la responsabilidad y las riendas del Grupo de Cadetes.

EMAVI Cadetes Fuerza Aérea Virtual – 2003

 

Cuarto Año (Alférez):

Para el ascenso a Alférez, a los cadetes de tercer año también se les realiza una “ceremonia ” privada, extra oficial, siguiendo con las tradiciones de la escuela. Los cadetes deben someterse a un nuevo entrenamiento de orden cerrado para aprender los manejos del que será el instrumento que les representará el mando que van a tener como alféreces: la espada. A los Alféreces se les hace entrega de la espada, y se lleva a cabo una ceremonia de ascenso donde reciben el mando del Grupo Cadetes. Es este año el primero donde oficialmente los CD4(Alféreces) tienen mando y pueden hacer uso de él para formar a los demás cadetes. Durante el tercer año, a algunos CD3 se les asigna mando por algunos días, mientras los Alféreces realizan su tradicional visita a la Fuerza Aérea de Estados Unidos. Los CD3 escogidos para tal responsabilidad, son los de mejor rendimiento en la escuela, y se les encarga de las riendas del grupo cadetes mientras los Alféreces regresan de su viaje.

Este es un año donde se goza de muchos privilegios, siendo los cadetes más antiguos de la escuela, pero también un año difícil debido a las grandes responsabilidades que tienen los Alféreces al manejar el Grupo Cadetes y asumir su mando. Ellos deben ser responsables por todo lo que sus escuadras asignadas hagan, y cada cadete bajo su mando será un reflejo de lo que ellos como alféreces le instruyan. Son ellos quienes se encargan de formar a los nuevos aspirantes, transmitiéndoles lo aprendido a lo largo de los 3 años de su vida como cadetes, y de esa enseñanza depende el buen desempeño de un nuevo cadete.

Entre los Alféreces con mejor rendimiento de su Curso, se escogen los Sub Brigadieres, Brigadieres y el Brigadier Mayor del Grupo. Se distinguen por tener, además de las 4 rayas que representan el rango de Alférez, uno, dos y tres signos especiales que representan su condición superior de mando. Los Sub-Brigadieres son asignados a cada elemento, los Brigadieres comandan un Escuadrón, y el Brigadier Mayor tiene mando sobre absolutamente todos los cadetes del Grupo, es decir, todos sus compañeros Alféreces, incluyendo los brigadieres, y los CD1, CD2, CD3. Los Sub-Brigadieres y Brigadieres también ejercen mando sobre sus compañeros Alféreces.

En este año, los alféreces deben aprender a hacer uso del mando, y deben prepararse para la difícil, pero muy gratificante, tarea de servir a la patria como oficial de la Fuerza Aérea Colombiana, con dignidad, orgullo y mucha responsabilidad.

Finalmente, al terminar el año, los Alféreces se prepararán para su ascenso y para empezar su vida como Oficiales de la Fuerza, para este fin, recibirán instrucción de orden cerrado para aprender los nuevos manejos con la espada de Oficial, que reemplazará la de Alférez, y en una ceremonia muy sublime, presidida por imoprtantes personalidades de la fuerza y el país, como Generales y Presidentes, serán ascendidos al rango de Sub-Tenientes de la Fuerza Aérea Colombiana.

La vida del cadete es bastante sacrificada e intensa, pero se ve recompensada en el amor por la patria, por la institución, y en la posibilidad de servir al país desde los azules cielos colombianos, a bordo de las aeronaves de una de las Fuerzas Aéreas más operativas del mundo.

 

“ASÍ SE VA A LAS ALTURAS”

¿Cómo es el proceso de incorporación como Oficial Bachiller a la Fuerza Aérea Colombiana?
Salir de la versión móvil