Según los líderes políticos de dichas ciudades, existen necesidades, como la inversión en proyectos sociales, que revisten una mayor prioridad y la construcción del aeropuerto menguaría los recursos para dichas necesidades. Por otro lado, consideran que el proyecto estaría lejos de su finalidad integradora ya que, hasta el momento, la ubicación de la construcción estaría entre las ciudades de Barranquilla y Cartagena, dejando de lado a Santa Marta..
La Cámara Colombiana de Infraestructura, en cabeza de su presidente José Ignacio Vengoechea, ha defendido la construcción de la nueva terminal, argumentando que el nuevo aeropuerto representaría un beneficio económico tanto para los pasajeros como para las empresas aéreas ya que reduciría costos operativos y por ende la tasa aeroportuaria sería menor en comparación con la que actualmente deben pagar quienes hacen uso de los aeropuertos. Además, la centralización de las operaciones aumentaría el flujo de pasajeros, lo que impulsaría la inversión económica del sector. La situación actual de los aeropuertos de Barranquilla y Cartagena implica que en un futuro quedarán pequeños ante el flujo de pasajeros proyectado y la necesidad de un nuevo aeropuerto se hace más latente.
La Promotora Aeropuerto Bicentenario, entidad que busca impulsar la construcción de la nueva terminal aérea, tiene un plan de construcción en dos fases. La primera incluiría la construcción de una pista de 3.600 metros de largo, mientras que una segunda pista de 2.600 metros de longitud haría parte de la segunda fase del proyecto. 900 millones de dólares en total hacen parte de la inversión para la construcción de la nueva infraestructura.
Fuente: Aero Latin News