Los nuevos Pratt & Whitney PurePower PW1000G presentan una tecnología que permitirá una reducción considerable en niveles de ruido y eficiencia operacional.
En los motores turbofan actuales, el aire que entra y pasa a través del ventilador es comprimido por los compresores y el eje de dichos componentes está conectado directamente al ventilador, por lo que la velocidad de rotación de todos los componentes es siempre la misma, lo que impide que los motores crezcan paulatinamente para generar mayor empuje ya que se requiere la adición de nuevas etapas de compresión con el consiguiente aumento de peso.
Con la nueva tecnología desarrollada por P&W, dicha deficiencia es solventada con la adición de engranajes reductores entre el eje de los compresores y el ventilador, permitiendo a este último girar más lento que los demás componentes, con el consiguiente aumento de eficiencia y reducción de peso.
Según la compañía, esta nueva tecnología permite una reducción de hasta un 75% en los niveles de ruido, reducción probada en aeropuertos internacionales en los que la firma de ruido de aviones utilizando la nueva tecnología se redujo hasta el punto de restringirse únicamente al área del aeropuerto, lo que permitiría en un futuro operaciones 24/7 y en áreas urbanas, ya que el ruido de los motores, una vez en el aire, es muy bajo, por lo que la operación sería más eficiente.
P&W ha probado sus nuevos motores en aeronaves Boeing 747 y Airbus A340, comprobando sus bondades. Además, ha incluido en sus ejercicios de prueba biocombustibles de primera generación, demostrando así la capacidad del nuevo motor de atender las nuevas tecnologías.
Si bien el nuevo motor adiciona más componentes a la estructura, ésta no gana más peso ya que los engranajes permiten retirar etapas de compresión que ya no son necesarias, por lo que el peso y el mantenimiento de los nuevos motores se reduce en comparación con la tecnología actual.
Foto: Javier Franco TOPPER