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Los Douglas DC-4 de Avianca

Saeta
Aerotal
Fue en mayo de 1946 cuando el primer Douglas DC-4 con matrícula colombiana C-112, llegó al aeropuerto de Techo en la ciudad de Bogotá.  Este era el primero de seis unidades adquiridas por la aerolínea nacional, transferidos de la Pan American Airways.  Era el comienzo de una era en la cual AVIANCA, habiendo llegado a un acuerdo con la misma Pan American, retomaba las rutas internacionales, aprovechando los derechos de tráfico adjudicados a la aerolínea colombiana en los primeros convenios de transporte aéreo firmados por nuestro país.  Fue también el comienzo de un largo proceso en el cual AVIANCA se logró posicionar como empresa líder de la industria del transporte aéreo en América Latina y en el contexto internacional. Junto con el C-113 y el C-114, los aviones fueron bendecidos el 15 de septiembre de ese año el aeropuerto de Techo por el Arzobispo Primado de Colombia, Monseñor Perdomo en ceremonia presidida por el gerente de AVIANCA, don Martín del Corral. 
 


Douglas DC-4 volando sobre la Sabana de Bogota
Foto: Revista Cromos. 21 de Septiembre de 1946


Monseñor Perdomo bendice los Douglas DC-4 de Avianca
Foto: Revista Cromos. 21 de Septiembre de 1946

Los DC-4, también denominados C-54 en su versión militar, habían sido construidos durante la Segunda Guerra Mundial como transporte de tropas y carga, pero al terminar la guerra, fueron adecuados para el transporte de pasajeros. Estos “verdaderos titanes del aire” estaban propulsados por cuatro poderosos motores de 1.450 caballos de fuerza cada uno y tenían un radio de acción de 5.776 kilómetros de vuelo continuo.  Aunque no eran presurizados, venían acondicionados con 54 confortables sillas, cortinas en las ventanillas y ventiladores, además de galleys para preparar sencillas comidas a bordo. Con la llegada de los DC-4, AVIANCA ofrecía al público un importante aumento de capacidad transportadora y le permitía ofrecer un servicio más de acuerdo con el desarrollo del país, su tráfico aéreo y exigencias de los pasajeros. Los primeros DC-4, empezaron a servir las rutas desde Bogotá a Barranquilla, Cali y Medellín, donde los aeropuertos estaban preparados para recibir estos aviones de gran tamaño para ese entonces. Se estableció también la implementación del personal de servicio a bordo, para lo cual se contrataron las primeras “cabineras” y “cabineros” para atender a los pasajeros en vuelos tanto domésticos como internacionales.

Primeras Cabineras
Foto: Avianca

Con la llegada del primer Douglas DC-4 de carga, el C-115 en octubre de ese año, se abrió la posibilidad de transportar grandes cantidades de carga en forma rápida y eficiente a las principales ciudades de Colombia y apoyar la creciente industria de importación de bienes, que se hacía posible por la fortaleza del peso colombiano en los mercados internacionales. Así fue posible la importación de artículos tan diversos como radios y electrodomésticos, como también vehículos y ganado vacuno en pie.


HK-115, DC-4 de  AVIANCA en el aeropuerto de Techo en 1948
Foto: Archivo El Tiempo vía Jaime Escobar

Vuelo de exploración a Europa

La Gerencia de AVIANCA aprobó la realización del primer vuelo de exploración a Europa. El vuelo se llevo a cabo el 19 de Octubre de 1946 y cubrió la ruta desde Bogotá, llevando pasajeros a Madrid, Paris y Londres. El vuelo se planificó utilizando navegación astronómica, para volar desde Bogotá a Georgetown, en la Guayana Británica, luego a Belem y Natal en territorio brasileño para luego atravesar el Atlántico Medio, haciendo una escala en la Isla de Ascensión. Luego seguiría a Roberts Field en Liberia y siguiendo la costa occidental del continente africano por Dakar para llegar luego a Casablanca en Marruecos. De ahí a Madrid en España, Paris y Londres. El regreso tuvo una escala en la ciudad de Bruselas, para luego volver a Paris y Madrid y retomar la ruta de regreso haciendo escalas en los mismos aeropuertos para repostar combustible. El Capitán Jaime Duque Grisales, quien fuera el primer Jefe de Pilotos colombiano de AVIANCA, tuvo a su mando el avión que efectuó este épico vuelo.

“El Colombiano” a Estados Unidos

El 22 de enero de 1947 AVIANCA inauguró el primer servicio regular a los Estados Unidos con su vuelo Bogotá- Barranquilla-Miami con aviones DC-4 una vez a la semana. Este vuelo denominado “El Colombiano” fue posteriormente ampliado para llegar hasta la ciudad de Nueva York, y operar dos veces por semana, los miércoles y viernes. Con gran ilusión se reunían en el aeropuerto de Miami de la Calle 36, los pocos colombianos residentes en la ciudad para presenciar la llegada del DC-4 de AVIANCA, para recibir el correo y tal vez adquirir un periódico. AVIANCA inauguró una lujosa oficina en la céntrica Flagler Street, la cual se convirtió también en sitio de reunión y tertulia de la colonia colombiana. Más adelante, para septiembre de 1950 se incluyó una nueva escala en el vuelo a Nueva York, esta vez en la ciudad de Kingston en Jamaica. Los días domingos el vuelo iniciaría en Bogotá, con escalas en Barranquilla y Kingston para seguir directamente a Nueva York y regreso.


 DC-4 de AVIANCA en el aeropuerto Idlewild en Nueva York.  Nótese a la entrada de la puerta principal el escudo conmemorativo de los Juegos Olimpicos de Melbourne de 1956
Foto: Colección de Jaime Escobar


Aviso publicitario vuelo a Nueva York vía Kingston – Cromos Septiembre 30 de 1950

El accidente de El Tablazo

El 15 de febrero de 1947 tuvo lugar el peor accidente aéreo de la aviación comercial mundial hasta entonces, cuando el DC-4 de AVIANCA con matrícula colombiana C-114, se estrelló aparatosamente contra el cerro de El Tablazo a la entrada de la Sabana de Bogotá. El avión cumplía un vuelo regular desde Barranquilla a la capital del país con un cupo de 48 pasajeros y 4 tripulantes. El avión venía al comando del Capitán Kenneth Newton Poe y el copiloto Roy George Kaye, ambos de nacionalidad norteamericana y Aida Chufji y Carlos Rodríguez, como cabineros. Además venían a bordo pasajeros de varias nacionalidades, lo que influyó para que la noticia se conociera a nivel mundial. Este accidente sacudió a la sociedad colombiana y a las autoridades aeronáuticas y puso de presente la falta de control en el entrenamiento de los jóvenes pilotos extranjeros, que no conocían las rutas y la topografía del país. La causa del accidente se atribuyó a factores humanos. A partir de entonces, la Dirección de Aviación Civil, que hacía parte del Ministerio de Guerra, tomó consciencia para implementar un plan de control de las nacientes líneas aéreas, el mantenimiento de los aviones y más que todo el entrenamiento riguroso del personal de vuelo, tanto como de los técnicos y mecánicos de aviación. Además se implementaron los procedimientos de vuelo y se revisaron las aerovías vigentes hasta entonces. Este siniestro fue el más importante de una cadena de accidentes aéreos que tuvieron lugar en esos primeros años de la post-guerra de tremendo desorden en la aviación comercial colombiana.

Vuelos de “El Colombiano” a Europa

Con motivo de la celebración en el año 1950 del Año Santo en El Vaticano y el mundo católico, se programaron varios vuelos desde Colombia a Roma, con el fin de llevar peregrinos. Para entonces se escogió la ruta del Atlántico Norte, partiendo de Bogotá a Barranquilla, Bermuda, Islas Azores, Lisboa, Madrid y Roma. Esta ruta sería utilizada posteriormente de forma regular y se constituyó en la principal ruta internacional de la compañía. Como dato curioso, el tiquete aéreo se vendía a $2.470 pesos ida y regreso desde Barranquilla a Roma. El año de 1950 también marcó la iniciación de vuelos nocturnos en el territorio colombiano, utilizando los DC-4. Los principales aeropuertos del país habían sido dotados de luces de borde de pista para tal fin. Para finales de 1951 se recibieron los primeros Lockheed Constellation y posteriormente los Super Cosntellation, los cuales fueron reemplazando paulatinamente a los DC-4 en las rutas internacionales, especialmente en la ruta a Europa. Los DC-4 se mantuvieron como el equipo principal en las rutas regionales y nacionales por muchos años.


Aviso publicatrio vuelo a Europa – Cromos Abril 22 de 1950

 

Vuelos a Caracas y Panamá

AVIANCA inauguró los vuelos directos de Bogotá a Caracas en abril de 1955 en los “lujosos tetramotores DC-4” con salidas desde Techo los martes y viernes a las 7:40 a.m. Los pasajeros que volaban en aproximadamente 4 horas hacia la ciudad de Caracas tenían la oportunidad de conectar con el vuelo de la Pan American Airways que los llevaría el mismo día a Rio de Janeiro, Sao Paulo, Montevideo y Buenos Aires. Este servicio se denominó “El Caraqueño”. De igual manera, se reemplazaron los DC-3 en la ruta de Bogotá a Medellín y Panamá, en el servicio denominado “El Panameño”. Para entonces se había inaugurado el nuevo aeropuerto internacional de Tocúmen en esa ciudad, para reemplazar el aeropuerto de Albrook Field en la ciudad de Balboa, en la Zona del Canal.

Vuelo Olímpico a Australia

En 1956 se llevaron a cabo en la ciudad de Melbourne, Australia los XVI Juegos Olímpicos de verano. A pesar de los grandes conflictos políticos que tuvieron lugar ese año, como la invasión soviética a Hungría y la ocupación por parte de Gran Bretaña y Francia del Canal del Suez en Egipto, se llevó a cabo este importante evento deportivo. Colombia decidió finalmente participar con una reducida delegación de deportistas. Con el apoyo de las empresas privadas tales como Colgate Palmolive, Andina, Bavaria, MobilOil, la Casa Olímpica y Luis M. Sarmiento, entre otras, y el Banco Popular y la Gobernación del Valle, se lograron reunir los fondos necesarios para financiar el viaje de la delegación colombiana. AVIANCA aportó el transporte aéreo y para tal fin designó un DC-4, el HK-136 para llevar la delegación a Australia. El 19 de octubre se coronó como la reina de los deportistas a Yolanda Pulecio, quien acompañó a la delegación de 28 deportistas de diferentes modalidades en este maravilloso viaje. El largo vuelo llevó a nuestros deportistas y su comitiva, saliendo el 18 de noviembre de Bogotá a Barranquilla, México, San Francisco, para volar atravesando el océano Pacifico hasta Honolulu, la ciudad de Cantón en la China, la isla de Fiji y finalmente Melbourne, en un tiempo record de 61 horas de vuelo. Aunque la participación de los deportistas colombianos fue poco lucida, AVIANCA trajo de regreso a la delegación, quienes fueron recibidos en el aeropuerto de Techo el 10 de diciembre con gran alboroto.

 

Vuelos al Ecuador y Perú

AVIANCA había reiniciado en 1946 los vuelos internacionales a Quito y Guayaquil desde la base de Cali utilizando los DC-3. A finales de los años 50, el equipo fue reemplazado por los DC-4 con el nombre de “El Ecuatorial” y más adelante se dio la oportunidad de extender el servicio hasta la ciudad de Lima, en el Perú. Desafortunadamente ocurrió un accidente de grandes proporciones el 23 de Junio de 1959, cuando el DC-4 con matrícula HK-135 se estrelló contra el Cerro Baco a una altura de 14.500 pies, cuando prestaba un vuelo regular a Lima desde Bogotá. Sus cuatro tripulantes y diez pasajeros a bordo perecieron en el siniestro. Pronto el equipo DC-4 fue reemplazado por los Super Constellation en la ruta directa desde Bogotá a Lima y fue denominada la ruta de “El Inca”.

Vuelos de pasajeros y carga

Durante finales los años 50 y mediados de los años 60, se habían adquirido siete unidades adicionales de DC-4s, que se convirtieron en la espina dorsal de las operaciones domésticas de AVIANCA. Además de las rutas troncales desde Bogotá a Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Pereira y Cúcuta, se volaban las secundarias como Medellín-Pereira-Cali, Medellín-Cartagena-Barranquilla, Cartagena-San Andrés y Bogotá-Armenia-Pereira. Tres DC-4 fueron adquiridos para ser utilizados para el transporte de carga exclusivamente, apoyando las operaciones nacionales e internacionales a la ciudad de Miami desde Barranquilla. Un accidente de menores proporciones tuvo lugar el 28 de enero de 1962 cuando el HK-130 se salió de la pista en el aeropuerto de Cúcuta. Afortunadamente los ocupantes salieron ilesos del percance, pero el avión fue declarado como pérdida total por las compañías aseguradoras. Los DC-4 de AVIANCA también fueron los pioneros en la ruta al Brasil. En Julio de 1967 se inauguró la ruta desde Bogotá a Leticia y Manaos, en la amazonia brasileña. Este servicio fue transferido a SAM, quienes operaron la ruta para AVIANCA con la llegada de los primeros Electra. Para finales de 1973, AVIANCA volaba sus últimos DC-4 de pasajeros en las rutas de la Costa desde su base de Barranquilla a Santa Marta, Riohacha, Maicao, Montería, Corozal, y desde la base de Medellín a Bucaramanga, Barrancabermeja y Cúcuta. Igualmente la ruta desde Bogotá a Villavicencio y Leticia. Estos fueron reemplazados por los equipos Avro 748 y posteriormente por los equipos puramente jet Boeing 737 y 727.


HK-174, DC-4 de Avianca en el Aeropuerto de Techo en 1950
Foto: Avianca

El siniestro año de 1966

Para la historia de la aviación colombiana, el año de 1966 es recordado como uno de los más trágicos para la seguridad aérea del país, por la cantidad de accidentes aéreos que se presentaron. Desafortunadamente, dos de ellos ocurrieron a aviones DC-4 de AVIANCA. El primero ocurrió la noche del 15 de enero, cuando el HK-730 se estrelló en la Bahía de Cartagena a pocos minutos de decolar del aeropuerto de Crespo con destino a la ciudad de Bogotá. El avión estaba al mando del Capitán Humberto Gómez y el copiloto José María Macea, y llevaba dos tripulantes de cabina y un cupo completo de 52 pasajeros, entre ellos varios extranjeros y niños de brazos. Muchos de los pasajeros regresaban a casa después de unas gratas vacaciones en el mar Caribe. El avión despegó a las 20:50 de la noche y vino a estrellarse en el mar a unos 1300 metros del umbral de la pista. Milagrosamente, hubo ocho sobrevivientes que lograron llegar nadando hasta la orilla. Las investigaciones llegaron a dictaminar entre otras cosas error humano, siendo una de las causas del accidente. El segundo ocurrió el 22 de septiembre, cuando el HK-174 se estrelló en las cercanías de Funza a escasos dos kilómetros de la cabecera de pista del aeropuerto Eldorado. El avión con dos tripulantes a bordo, el Capitán Manuel de la Rosa y el copiloto Francisco Rojas y un cargamento de periódicos y revistas con destino a Barranquilla, decoló del aeropuerto y perdió un motor en la etapa de ascenso. Al tratar de regresar a la pista y ante la falta de potencia, alcanzó a rozar unos árboles, que le causaron perder estabilidad y estrellarse contra el terreno. En el accidente perecieron los dos tripulantes.


HK-112, DC-4 de Avianca en Eldorado en 1971

El final de una era

Para mediados de 1974, AVIANCA decidió retirar finalmente los últimos DC-4 del servicio y fueron puestos a la venta. Los reemplazaban los dos turbohélice Avro 748 y el resto de las rutas nacionales en equipos puramente jet. Tres DC-4 de pasajeros, los HK-112, HK-136 y HK-654 fueron vendidos a la naciente empresa AEROTAL. De igual manera, los últimos DC-4 de carga(HK-170, HK-173 y HK-729) fueron vendidos a la compañía Transportes Aéreos Tropicales TAT. El Venado compró dos DC-4 uno de pasajeros y uno de carga (HK-172 y HK-1309) y AERONORTE adquirió el HK-728 de carga. Así termina la historia de los Douglas DC-4 que estuvieron en servicio activo 28 años en la flota de AVIANCA.

Nota del autor: El primer DC-4 de AVIANCA, el HK-112 se encuentra en la actualidad en un paraje de Paint-Ball en la Carretera Central del Norte cerca de Bogotá, en un estado deplorable. El HK-136 se encuentra preservado en el Parque Jaime Duque en Tocancipá, al norte de Bogotá.

 

 


HK-170, DC-4 de Avianca en Eldorado en 1970


HK-172, DC-4 de Avianca en Eldorado en 1968

Tiquete Aéreo, 1946


Aviso publitatio – Cromos, Diciembre 20 de 1947

Aviso publitario Cromos, Diciembre 25 de 1948


HK-1028, Douglas DC-4 de Avianca en Eldorado en 1970
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