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Primer Festival Aéreo Civil, Turístico y Deportivo en San Gil
Evento organizado por Escuela de Aviación Civil Aviacol Ltda.

En el aeropuerto Los Pozos (SGL / SKSG) de la población de San Gil, departamento de Santander; se llevó a cabo el Primer Festival Aéreo Civil, Turístico y Deportivo organizado por la Escuela de Aviación Civil Colombiana Aviacol Ltda., en conjunto con autoridades locales y la empresa privada. Durante los días 8, 9 y 10 de junio, los visitantes al evento disfrutaron de exhibiciones aéreas acrobáticas, paracaidismo, aeromodelismo y actividades afines. Aviacol.net y la revista AeroERMO también hicieron presencia y a continuación les traemos toda la información de las actividades.

Motivados por la intención de impulsar aún más la aviación en la región nororiental del país, especialmente en Santander, y de promover el turismo en la zona de San Gil, reconocida como un polo turístico de índole nacional; la Escuela de Aviación Civil Colombiana Aviacol Ltda., con sede en el aeropuerto Palonegro de Bucaramanga, organizó este primer festival aéreo que reunió a participantes de Santander, Cundinamarca, Valle del Cauca y Antioquia; entre otros. El evento además tuvo el apoyo de la Alcaldía de San Gil, del Instituto de Cultura y Turismo del municipio, del Inder San Gil y de Terpel.

El aeropuerto Los Pozos está ubicado al norte de San Gil y se conecta con la población a través de una vía sin pavimentar de 9 kilómetros, lo que no fue impedimento para que durante los tres días que duró el evento llegaran cerca de 6.000 personas a disfrutar del mismo. La vía de acceso al aeropuerto y los sectores aledaños vivieron una actividad inusitada debido al numeroso flujo de visitantes que llegaron del municipio, de la región aledaña y de otras partes del país, lo que generó un importante impacto económico positivo.

Las condiciones climáticas que rodean la región hacen que la realización de un evento de esta índole tenga una importante ventaja, ya que, en general, los climas son cálidos y los cielos permanecen despejados, lo que ayuda en gran manera a las operaciones aéreas. Los visitantes y participantes gozaron de un excelente clima durante los tres días del evento, lo que permitió que todos mantuvieran sus ojos puestos en el cielo.

Y así, con la mirada hacia el cielo, estuvieron todos, gracias a que las exhibiciones en el aire estuvieron a la orden del día durante todo el puente festivo. Los Pozos, un aeródromo con suficiente infraestructura para acomodar varias aeronaves en su plataforma y con un edificio terminal que puede fácilmente recibir operaciones aéreas comerciales con comodidad y eficiencia; pero que se encuentra prácticamente inoperativo todo el año, con excepción de algunos vuelos esporádicos; vivió tal vez la mayor actividad aérea desde que fue inaugurado en la década del 50 del siglo XX.

Las actividades comenzaban temprano en la mañana con la operación del globo aerostático de matrícula HJ-311. Todo el proceso de preparación para elevar la aeronave se vivió con las primeras horas del día, ya que debe realizarse antes de que el sol caliente la superficie y el aire circundante sea más fuerte, haciendo peligrosa la puesta a punto y operación del equipo.

Luego de finalizar la preparación, el aspecto de la meseta en la que está ubicado el aeropuerto se embelleció con la majestuosidad de la aeronave, que se mantuvo cautiva durante varios minutos, al tiempo que el paramotor despegaba y realizaba varias pasadas a muy baja altura, rodeando luego el globo, brindando un espectáculo pocas veces visto por los habitantes de esta región.

Con el transcurso del día la emoción aumentaba y las aparentemente inofensivas Cessna 150, 172 y Piper Pa-28 comenzaron a encender sus motores y a desfilar por la calle de rodaje para, una y otra vez, despegar con pasajeros que aprovecharon la ocasión para pagar por un corto vuelo lleno de emoción. Salidas de caballero, pasadas rasantes por sobre la pista y la plataforma, maniobras acrobáticas a cargo de expertos pilotos como el Capitán Alaín Barrero en su Cessna 150 Aerobat o el Capitán Jorge Ortiz en una Pa-28, se realizaron sin descanso. El ruido de los motores no dejó de rugir en la plataforma y la emoción de tener a estas pequeñas, pero maniobrables aeronaves cruzando en todas direcciones sobre el aeropuerto, estuvo latente todo el tiempo.

A estos aviones se sumaron también otros de más tamaño: Cessna Caravan, Crusader y Piper Seneca se elevaron continuamente para realizar también pasadas bajas a alta velocidad y vuelos de exhibición. La ubicación del aeropuerto, en una meseta, permitía que... Leer más en: http://www.aviacol.net/noticias-del-air ... n-gil.html